EE.UU.: CRECE LA RESISTENCIA AL "COVID-CAPITALISMO"

   Traducción de Eva Lagunero para Canarias-Semanal.org.-

   Lo que algunos podrán recordar como el Año de la Primavera Perdida -pérdida de seres queridos, de empleos, de libertad de movimientos- podría también convertirse en el año en que el pueblo le retiró el permiso a la oligarquía y sus siervos de los dos partidos corporativos para dictar los términos de la vida y la muerte en los Estados Unidos.

   Por segunda vez en este siglo, las economías de EE.UU y Europa se hallan al filo del abismo, arrastrando a buena parte del resto del planeta, mientras China, donde irrumpió el Covid-19, es líder mundial tanto en resistencia económica como en apoyo mutuo global -y Cuba, de nuevo, en primera fila de la solidaridad sanitaria.

   La superpotencia que ha matado a millones en pos de la supremacía global no ha pasado la prueba más básica de legitimidad: proteger a su propia población. El Covid-19 ha puesto al descubierto una verdad fundamental: la sanidad capitalista en una contradicción en los términos, ya que al capitalismo -como al virus asesino- lo único que le importa es reproducirse.

   La sanidad “pública” en Estados Unidos se ha revelado como una cáscara hueca, rota y mermada por décadas de privatización sin descanso a manos de la oligarquía servidora del duopolio político [los Partidos Demócrata y Republicano]. En efecto, los Señores del Capital han devorado la membrana protectora de la nación, dejando a la población indefensa contra, no sólo los microbios, sino también toda enfermedad de los pobres -sumado a las patologías letales derivadas de los opiáceos, las patologías sociales que propician las espectaculares y singulares matanzas masivas por armas de fuego en colegios, iglesias y centros comerciales, así como la matanza cotidiana de jóvenes negros y marrones en las calles.1

   El idiota que actualmente ocupa la Casa Blanca no creó esta crisis sanitaria, y la gente lo sabe. Donald Trump es demasiado incompetente y descentrado como para perpetrar un crimen tan monumental, que se ha estado gestando durante décadas. Los Demócratas han participado de lleno en despojar al pueblo de las protecciones de una sanidad pública -incluyendo al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, actual amorcito de los medios corporativos, que sigue abogando por el recorte de $2.500 millones al Medicaid en su propio Estado, aun cuando pasa por ser el mayor asesino del virus de la nación.

   Joe Biden, “el hombre medio ido”, a quien algunos les gustaría ver reemplazado por Cuomo como candidato demócrata a la presidencia, promete vetar el Medicare for All (sanidad para todos) -paso preliminar hacia un auténtico sistema nacional de salud- si alguna vez le llega el proyecto a su mesa de la Casa Blanca. Los políticos de ambos partidos siguen a las órdenes de los Señores del Capital. De lo contrario, serían satanizados y amenazados con la expulsión del duopolio capitalista, único juego electoral permitido bajo el dominio de la oligarquía -motivo por el que Bernie Sanders siempre será un fiel perro pastor para un partido opuesto a reformas al viejo estilo demócrata.

   En las grandes ciudades, son casi invariablemente los Demócratas quienes ponen en vigor la ley del Hombre Rico -muchos de ellos Demócratas Negros, ya que la otra mitad del duopolio es el Partido del Hombre Blanco (GOP). En este duopolio, la única opción del Gran Sindicato es también Demócrata, camisa de fuerza de la que no desean escapar prefiriendo el concubinato (putanismo) al conflicto con la clase capitalista dirigente.

   Los sindicatos que de verdad luchan por los trabajadores, y los Negros, que de manera abrumadora son clase trabajadora y la etnia más izquierdista de la nación, han sido reducidos por el duopolio a anexos del Partido Demócrata, abrazo fatal. El duopolio solamente sirve al amo: el Capital.

   Cuando tiempo atrás los Demócratas eran el Partido del Hombre Blanco y un anciano Frederick Douglass2 se ganaba la vida como funcionario Republicano, el histórico rebelde declaró “El Partido Republicano es el barco y lo demás es mar a nuestro alrededor”. Así como los Republicanos de Douglass al final sancionaron el Jim Crow3 y la dictadura del Capital, los Demócratas se han convertido en el baluarte de un Race to the Bottom (competir hasta morir) de la austeridad, que ha arrojado por la borda a la clase trabajadora y sus elementos más marginados, para que se ahoguen en un mar de declinantes niveles de vida, desaparición de empleos “reales” y apoyos sociales -y sin un sistema nacional de salud.

   El Covid-19 ha dejado clara la locura de este trato con el diablo, y que “nadie nos salvará sino nosotros”. Cooperation Jackson, “nuevo vehículo para un desarrollo sostenible de la comunidad, la democracia económica y la propiedad comunitaria”, publicó la semana pasada la convocatoria de una huelga general que tendrá inicio el 1 de Mayo -May Day-, con una lista de demandas “que transformarán nuestra rota e injusta sociedad en una nueva dirigida por y para nosotros -la clase trabajadora, los pobres y la mayoría oprimida”.

   La convocatoria dice que “A pesar de la desigualdad de poder entre nosotros -la Izquierda y la clase trabajadora organizada- y las fuerzas de la derecha (…) debemos hacer todo lo posible para intervenir. Debemos evitar que la peor versión y más letal de esta pandemia se haga realidad, y asegurarnos de que nunca volvamos a una sociedad que permitió que esta pandemia surgiera y tenga el impacto que está teniendo. Debemos hacer todo lo que podamos para crear una nueva economía justa, equitativa y ecológicamente regenerativa”.

   Las demandas se extienden a la protección de los trabajadores que se hallan en primera línea expuestos al virus, y la de “otras comunidades vulnerables, incluyendo a los sintecho, migrantes y refugiados contra su discriminación y ataque en estos tiempos de crisis”; así como la democratización de los medios de producción, convirtiéndolos de corporaciones a cooperativas; la sanidad universal, servicios básicos (educación, cuidado de la infancia, de los mayores, agua, electricidad, Internet, etc.) y un ingreso universal; democratización del crédito (“Rescate al pueblo, no a las corporaciones y Wall Street”); una “economía des-carbonizada y un Nuevo Contrato Verde, la vivienda como derecho humano; el agua limpia y no mercantilizada para todos; una Condonación de la Deuda [de las familias]; la liberación de los presos y el cierre de las cárceles y prisiones; la clausura de los centros de detención [de inmigrantes] y la reunificación de las familias; el cierre de las bases militares en el extranjero y recortes al presupuesto militar, con transferencia de gasto a las necesidades sociales e infraestructuras".

   El portavoz de Cooperation Jackson, Kali Akuno, dijo que cerca de 300 activistas participaron en una reciente conferencia donde alcanzaron “consenso en realizar acciones colectivas para dar apoyo a lo que ya se está moviendo”. Se formaron Comités para lanzar y mantener la huelga y crear una caja de resistencia nacional. “Tratamos de responder a las cuestiones de los últimos 30 años en unos pocos días”, dijo Akuno. El 1 de Mayo es importante, “pero no nos ilusionamos con que el “grande” sea este”, con la epidemia rampane y buena parte de la población aún en confinamiento; “pero seguiremos trabajando con este objetivo para enviar un mensaje claro de que necesitamos un sistema nuevo”.

Fuente:

https://blackagendareport.com/resistance-growing-covid-capitalism

1 Traduzo literalmente el término “brown”, como generalmente se denomina en Estados Unidos a las personas de etnias minoritarias aparte de la afroamericana.

2 Frederick Douglass (1818-1895) fue un esclavo afroamericano, líder del movimiento nacional abolicionista y brillante orador. Entre sus escritos destaca su autobiografía titulada The Narrative of the Life of Frederick Douglass, an American Slave.

3 Jim Crow es el nombre con el que se conocen las leyes de segregación racial dictadas entre 1876 y 1965.