
¿CÓMO PIENSAN IDEOLÓGICAMENTE LOS JUECES ESPAÑOLES?
¿Cómo piensan políticamente los jueces españoles? ¿A qué partidos votan? ¿Sus afinidades ideológicas hacia donde se inclinan?
No son pocos, -escribe nuestro colaborador Aday Quesada- los que todavía se cuestiónan en España cuál es el sesgo ideológico que caracteriza el perfil de nuestro jueces y magistrados. Afortunadamente, esta semana, a través de un proceso electoral de magistrados, ha quedado dilucidada la cuestión. Tal y como algunos presuponían, la ideología del aparato judicial está en perfecta sintonía con la estructura económica y política que lo mantiene.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
No es poca la gente que no deja de preguntarse sobre cuáles son los criterios político-ideológicos que predominan en la magistratura española .Y no es esta una cuestión baladí, pues es los jueces a los que les corresponde realizar la interpretación de las leyes. Y aunque las leyes no son nunca neutras, su resultado en la aplicación de las sentencias dependerá también, en cierta medida, del color ideológico con el que éstas puedan ser interpretadas.
A lo largo de la presente década, cuando el llamado Régimen del 78 entró en crisis y el conjunto de sus instituciones comenzó a cuartearse, quedó desvelado claramente que el actual aparato judicial español no sólo estaba construido sobre los escombros de la precedente estructura judicial franquista, sino que los materiales utilizados durante las últimas cuatro décadas para su retoque también tenían origen en esos mismos escombros.
Pues bien, el "dilema" sobre la ideología de los magistrados ha quedado definitivamente dilucidado para aquellos a los que todavía le atormentan las dudas al respecto. Esta semana se celebraron elecciones a las Salas de Gobierno de nada menos que 17 Tribunales de Justicia, a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo. ¿Cuál imaginan que fue la corriente ideológica ganadora en esta "durísima" confrontación electoral?
Los jueces conservadores y ultraconservadores arrasaron de manera abrumadora en las urnas. Entre las asociaciones que se presentaron al concurso electoral, la más potente entre ellas, la denominada "Asociación Profesional de la Magistratura, cuya equivalencia ideológica podría encontrarse entre el PP y Vox, ha tomado por asalto electoral la inmensa mayoría de los órganos de gobierno de tribunales y juzgados.
Esta Asociación, que cuenta en sus filas con la membresía de 1200 magistrados afiliados de una totalidad de 5.500 jueces en activo que existen en el Estado español, ganó nada más y nada menos que la friolera del 52,1 % de los votantes. También es cierto - todo hay que decirlo - que en este festival democrático de los jueces y magistrados españoles sólo participaron 414 de todos ellos. Es decir, el 55,85% del censo.
Sin embargo, este resultado permitirá que la Asociación conservadora asuma el control de las salas de gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia, del Tribunal Supremo y, también, cómo no, del tribunal especial de la Audiencia Nacional, cuyo más inmediato precedente se encuentra en el Tribunal de Orden Público de la época del franquismo
Pero esto no fue todo. El triunfo de los conservadores traspasó los límites porcentuales que acabamos de citar, pues la segunda Asociación de Magistrados vencedora, llamada, y no por casualidad, "Francisco de Vitoria" - cuya equivalencia ideológico-política podríamos encontrarla en un híbrido muy similar al partido "Ciudadanos"-, y que se presentó conjuntamente con el Foro Judicial Independiente, obtuvó el 37,28% de los votos.
No obstante, lo más significativo de la jornada fue el porcentaje obtenido por los jueces llamados "progres", - o sea, por la denominada "Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia" - que, aunque los medios de comunicación del reformismo prosocialdemócrata suelen exagerar su peso en la magistratura, contó tan sólo con el 12,12% de los votantes.
¿Aclarado ya cuál es el sesgo ideológico de la mayoría de nuestros togados? Pues bien, ahora lo que seguramente correspondería es que extrajéramos de estos datos las lecciones correspondientes.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
No es poca la gente que no deja de preguntarse sobre cuáles son los criterios político-ideológicos que predominan en la magistratura española .Y no es esta una cuestión baladí, pues es los jueces a los que les corresponde realizar la interpretación de las leyes. Y aunque las leyes no son nunca neutras, su resultado en la aplicación de las sentencias dependerá también, en cierta medida, del color ideológico con el que éstas puedan ser interpretadas.
A lo largo de la presente década, cuando el llamado Régimen del 78 entró en crisis y el conjunto de sus instituciones comenzó a cuartearse, quedó desvelado claramente que el actual aparato judicial español no sólo estaba construido sobre los escombros de la precedente estructura judicial franquista, sino que los materiales utilizados durante las últimas cuatro décadas para su retoque también tenían origen en esos mismos escombros.
Pues bien, el "dilema" sobre la ideología de los magistrados ha quedado definitivamente dilucidado para aquellos a los que todavía le atormentan las dudas al respecto. Esta semana se celebraron elecciones a las Salas de Gobierno de nada menos que 17 Tribunales de Justicia, a la Audiencia Nacional y al Tribunal Supremo. ¿Cuál imaginan que fue la corriente ideológica ganadora en esta "durísima" confrontación electoral?
Los jueces conservadores y ultraconservadores arrasaron de manera abrumadora en las urnas. Entre las asociaciones que se presentaron al concurso electoral, la más potente entre ellas, la denominada "Asociación Profesional de la Magistratura, cuya equivalencia ideológica podría encontrarse entre el PP y Vox, ha tomado por asalto electoral la inmensa mayoría de los órganos de gobierno de tribunales y juzgados.
Esta Asociación, que cuenta en sus filas con la membresía de 1200 magistrados afiliados de una totalidad de 5.500 jueces en activo que existen en el Estado español, ganó nada más y nada menos que la friolera del 52,1 % de los votantes. También es cierto - todo hay que decirlo - que en este festival democrático de los jueces y magistrados españoles sólo participaron 414 de todos ellos. Es decir, el 55,85% del censo.
Sin embargo, este resultado permitirá que la Asociación conservadora asuma el control de las salas de gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia, del Tribunal Supremo y, también, cómo no, del tribunal especial de la Audiencia Nacional, cuyo más inmediato precedente se encuentra en el Tribunal de Orden Público de la época del franquismo
Pero esto no fue todo. El triunfo de los conservadores traspasó los límites porcentuales que acabamos de citar, pues la segunda Asociación de Magistrados vencedora, llamada, y no por casualidad, "Francisco de Vitoria" - cuya equivalencia ideológico-política podríamos encontrarla en un híbrido muy similar al partido "Ciudadanos"-, y que se presentó conjuntamente con el Foro Judicial Independiente, obtuvó el 37,28% de los votos.
No obstante, lo más significativo de la jornada fue el porcentaje obtenido por los jueces llamados "progres", - o sea, por la denominada "Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia" - que, aunque los medios de comunicación del reformismo prosocialdemócrata suelen exagerar su peso en la magistratura, contó tan sólo con el 12,12% de los votantes.
¿Aclarado ya cuál es el sesgo ideológico de la mayoría de nuestros togados? Pues bien, ahora lo que seguramente correspondería es que extrajéramos de estos datos las lecciones correspondientes.
AMEAUXET | Sábado, 30 de Noviembre de 2019 a las 09:08:10 horas
UNA RADIOGRAFÍA ACTUAL DE LA MAGISTRATURA DESCRITA EN 1934...
En la España de la Restauración, sólo imperaba la arbitrariedad.
La Administración de justicia era una producto del medio caciquil en que se encontraba insertada.
Así, existían
“Unos jueces municipales nombrados por los presidentes de Audiencia a gusto del ‘cacique’ entre los peores especímenes de las últimas hornadas universitarias, tan dispuestos a actuar como agentes electorales para ganar las elecciones (..)
Unos jueces de instrucción designados Ab initio desde el Ministerio de Gracia y Justicia a satisfacción del cacique, del cual reciben instrucciones directas y a quien prestan obediencia ciega lo mismo para ofender a los contrarios que en cuanto a la defensa de los amigos. (…)
Unos Magistrados y Presidentes de Audiencia en los que hay que volcar toda la tinta negra, salvando, naturalmente, honrosas excepciones (…).
Unos Presidentes del Tribunal Supremo que simultanearon el cargo con el de oligarca o suboligarca.
Y así, aquellos Jueces, magistrados y Presidentes de Audiencias o del Tribunal Supremo, al no gozar de la independencia que requería el ejercicio de su augusta función, dejaron de ser dispensables de la justicia, transformándose en distribuidores de favores bajo el dictado del oligarca o de los caciques de quienes dependían, porque a ellos les debían su nombramiento, su ascenso o su traslado
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