
GRAN BRETAÑA PARTICIPA EN GIBRALTAR EN EL BLOQUEO PARA HACER SUFRIR AL PUEBLO SIRIO
Trump ordenó la detención de un petrolero en las aguas del Estrecho que se dirigía a Siria
Cuando ya estaba cerca el final de la guerra y los sirios podían comenzar a rehacer sus vidas, Washington les impide recuperar su única fuente de energía: el petróleo.
Por EVA LAGUNERO / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Siria era un país energéticamente autosuficiente, con pozos de petróleo y gas repartidos por su geografía para surtir la demanda nacional. Cuando los terroristas tomaron control de estos recursos, se los vendieron a Turquía y esta, en algunos casos, los revendía a Europa. El Pentágono contrató a las milicias kurdas, que tomaron los campos petrolíferos más productivos situados en el noreste del país.
Sin acceso a sus propios pozos, Siria se vio forzada a comprar petróleo de otras naciones. Irán es uno de sus proveedores. El presidente Trump, sin embargo, trata de impedir que Irán venda una sola gota de su petróleo, lo que los iraníes llaman “guerra económica”. Antes de mayo, Siria padeció la escasez de este preciado producto, lo que provocó que los sirios tuvieran que hacer colas durante días para obtener gasolina. Ahora tendrán que bregar con una nueva escasez dado que el petrolero GRACE 1, que se dirigía a la refinería de Banias, en Siria, ha sido detenido en Gibraltar por la marina británica, a petición de Estados Unidos, con la excusa de que el barco estaba violando las sanciones que prohíben el suministro de petróleo a Siria. El gobierno español ha elevado una queja, pero no por la detención del petrolero, sino por el problema de competencia juridisccional sobre las aguas del Estrecho.
El petróleo iba a ser enviado desde Banias a la planta de Mhardeh, entre otras, para generar electricidad. Los sirios llevan años padeciendo cortes de suministro eléctrico por la falta de carburante. La electricidad no es un simple lujo para poder ver televisión o navegar por Internet, sino que es también necesaria para salvar vidas. Los hospitales requieren electricidad para los rayos X, las incubadoras, los desfibriladores, los monitores de las salas de operaciones y muchas otras aplicaciones. La electricidad permite conservar los alimentos frescos para que la gente pueda comer sano durante los largos y calurosos veranos sirios.
Bajo la batuta de Estados Unidos y la Unión Europea, los terroristas llevan años teniendo en el punto de mira a Mhardeh por ser ciudad cristiana, ya que el objetivo de los terroristas es matar a todos los “paganos”, como ellos dicen. Recientemente, las filiales de al-Qaeda que ocupan Idlib atacaron la localidad también cristiana de al-Suqaylabiyah, cerca de Mhardeh, con el resultado de cinco niños y una mujer muertos y otros seis niños y dos adultos heridos. Cuando las campanas de la iglesia tocaban en los funerales de estos civiles inocentes, Estados Unidos y la Unión Europea se reunían para condenar la ofensiva de Siria y Rusia sobre Idlib.
Los sirios llevan ocho años soportando los ataques de los terroristas radicales islámicos, cuyos hilos movieron el presidente estadounidense, Barack Obama, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, seguido de Theresa May, y los presidentes franceses Sarkozy y Hollande. Las potencias occidentales se volvieron contra Siria. Sin embargo, la fuerza que apoyaron, el Ejército Libre Sirio, resultó un rotundo fracaso, y se llamó a los yihadistas de todos los puntos del globo para que fueran a Siria con carta blanca para violar, decapitar, secuestrar, mutilar y matar. Pero esta estrategia finalmente volvió a fracasar.
Los sirios han soportado la lluvia de misiles norteamericanos caídos sobre sus cabezas y lanzados desde las zonas ocupadas por los terroristas. En apoyo de estos e infiltrados en sus propias filas ha habido especialistas militares y de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y en parte Alemania. El objetivo era aterrorizar a la población civil siria para que se levantara contra su gobierno. Pero este plan también falló.
La población siria se compone de un 80 por ciento de musulmanes suníes y un 20 por ciento de cristianos, musulmanes no suníes y drusos. El Ejército Árabe Sirio, al que se alistan hombres y mujeres mayores de 18 años, ha sido erróneamente presentado por los medios occidentales como formado por los “leales a Assad”, cuando es un ejército nacional cuya misión es defender a todos los ciudadanos y sus fronteras. “Por Dios y el País” es la traducción del lema latino original que han usado históricamente los militares a nivel internacional, independientemente de quien esté al frente del gobierno de un Estado.
Las sanciones contra Siria son un castigo colectivo infligido a su población, que nunca olvidará que fueron Estados Unidos y la Unión Europea quienes apoyaron tanto a los terroristas como las sanciones que han destruido sus hogares y familias.
Fuente:
Por EVA LAGUNERO / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Siria era un país energéticamente autosuficiente, con pozos de petróleo y gas repartidos por su geografía para surtir la demanda nacional. Cuando los terroristas tomaron control de estos recursos, se los vendieron a Turquía y esta, en algunos casos, los revendía a Europa. El Pentágono contrató a las milicias kurdas, que tomaron los campos petrolíferos más productivos situados en el noreste del país.
Sin acceso a sus propios pozos, Siria se vio forzada a comprar petróleo de otras naciones. Irán es uno de sus proveedores. El presidente Trump, sin embargo, trata de impedir que Irán venda una sola gota de su petróleo, lo que los iraníes llaman “guerra económica”. Antes de mayo, Siria padeció la escasez de este preciado producto, lo que provocó que los sirios tuvieran que hacer colas durante días para obtener gasolina. Ahora tendrán que bregar con una nueva escasez dado que el petrolero GRACE 1, que se dirigía a la refinería de Banias, en Siria, ha sido detenido en Gibraltar por la marina británica, a petición de Estados Unidos, con la excusa de que el barco estaba violando las sanciones que prohíben el suministro de petróleo a Siria. El gobierno español ha elevado una queja, pero no por la detención del petrolero, sino por el problema de competencia juridisccional sobre las aguas del Estrecho.
El petróleo iba a ser enviado desde Banias a la planta de Mhardeh, entre otras, para generar electricidad. Los sirios llevan años padeciendo cortes de suministro eléctrico por la falta de carburante. La electricidad no es un simple lujo para poder ver televisión o navegar por Internet, sino que es también necesaria para salvar vidas. Los hospitales requieren electricidad para los rayos X, las incubadoras, los desfibriladores, los monitores de las salas de operaciones y muchas otras aplicaciones. La electricidad permite conservar los alimentos frescos para que la gente pueda comer sano durante los largos y calurosos veranos sirios.
Bajo la batuta de Estados Unidos y la Unión Europea, los terroristas llevan años teniendo en el punto de mira a Mhardeh por ser ciudad cristiana, ya que el objetivo de los terroristas es matar a todos los “paganos”, como ellos dicen. Recientemente, las filiales de al-Qaeda que ocupan Idlib atacaron la localidad también cristiana de al-Suqaylabiyah, cerca de Mhardeh, con el resultado de cinco niños y una mujer muertos y otros seis niños y dos adultos heridos. Cuando las campanas de la iglesia tocaban en los funerales de estos civiles inocentes, Estados Unidos y la Unión Europea se reunían para condenar la ofensiva de Siria y Rusia sobre Idlib.
Los sirios llevan ocho años soportando los ataques de los terroristas radicales islámicos, cuyos hilos movieron el presidente estadounidense, Barack Obama, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, seguido de Theresa May, y los presidentes franceses Sarkozy y Hollande. Las potencias occidentales se volvieron contra Siria. Sin embargo, la fuerza que apoyaron, el Ejército Libre Sirio, resultó un rotundo fracaso, y se llamó a los yihadistas de todos los puntos del globo para que fueran a Siria con carta blanca para violar, decapitar, secuestrar, mutilar y matar. Pero esta estrategia finalmente volvió a fracasar.
Los sirios han soportado la lluvia de misiles norteamericanos caídos sobre sus cabezas y lanzados desde las zonas ocupadas por los terroristas. En apoyo de estos e infiltrados en sus propias filas ha habido especialistas militares y de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y en parte Alemania. El objetivo era aterrorizar a la población civil siria para que se levantara contra su gobierno. Pero este plan también falló.
La población siria se compone de un 80 por ciento de musulmanes suníes y un 20 por ciento de cristianos, musulmanes no suníes y drusos. El Ejército Árabe Sirio, al que se alistan hombres y mujeres mayores de 18 años, ha sido erróneamente presentado por los medios occidentales como formado por los “leales a Assad”, cuando es un ejército nacional cuya misión es defender a todos los ciudadanos y sus fronteras. “Por Dios y el País” es la traducción del lema latino original que han usado históricamente los militares a nivel internacional, independientemente de quien esté al frente del gobierno de un Estado.
Las sanciones contra Siria son un castigo colectivo infligido a su población, que nunca olvidará que fueron Estados Unidos y la Unión Europea quienes apoyaron tanto a los terroristas como las sanciones que han destruido sus hogares y familias.
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