
EL “ACUERDO DEL SIGLO” O LA OFERTA QUE PALESTINA NO PODRÁ RECHAZAR
"El borrador del Acuerdo prevé la anexión por parte de Israel de todo el valle del Jordán y todos los asentamientos ilegales de esa zona"
El Gangster Global -léase EEUU- está entusiasmado con la eficacia del arma de guerra que está aplicando contra toda nación que no se pliega a sus intereses: matar de hambre a sus poblaciones, vía sanciones económicas; y, si esto no las doblega, atacarlas militarmente. En esto consiste precisamente esa “oferta que los palestinos no podrán rechazar” llamada “Acuerdo del Siglo” (...).
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El Gangster Global -léase EEUU- está entusiasmado con la eficacia del arma de guerra que está aplicando contra toda nación que no se pliega a sus intereses: matar de hambre a sus poblaciones, vía sanciones económicas; y, si esto no las doblega, atacarlas militarmente. En esto consiste precisamente esa “oferta que los palestinos no podrán rechazar” llamada “Acuerdo del Siglo”.
El periódico Israel Hayom, propiedad del mayor donante de Donald Trump, Sheldon Adelson, ha publicado en lengua hebrea el borrador del “Acuerdo del Siglo” que ofrece la administración Trump para la solución del conflicto palestino-israelí. Este borrador fue entregado al periódico citado por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, que dirige el propio Primer Ministro, Benjamin Netanyahu. El plan del Acuerdo, que ha sido redactado por el yerno de Trump, Jared Kushner -judío ortodoxo-, y Jason Greenblatt, está previsto que se dé a conocer públicamente este mes de junio cuando concluya la fiesta religiosa del Ramadán.
Lo publicado por Israel Hayom, aparte de los detalles que ya han sido filtrados a la prensa, contiene otros nuevos y preocupantes, que incluyen el forzar, por medio de la amenaza de sanciones económicas e intervenciones militares, a los líderes palestinos a aceptar el Acuerdo. Por ejemplo, si la Autoridad Palestina (AP) o Hamas rechazan el “plan de paz” ofrecido por la administración Trump, los Estados Unidos se asegurarán de que “ningún país del mundo pueda transferir dinero” a Palestina. Podemos imaginarnos lo que esto supondría para una economía que depende grandemente de la ayuda exterior: matar de hambre a los más de 6 millones de palestinos de Cisjordania y los 2 millones, aproximadamente, de la franja de Gaza.
Además, si la AP acepta el plan pero no Hamas, “los Estados Unidos ayudarán a Israel a dañar a los los líderes de Hamas y la Yihad Islámica”, y culpará a Hamas de cualquier “brote de violencia con Israel” que se produzca en el futuro, independientemente de quien lo inicie. En otras palabras, la administración Trump está dispuesta a unirse a una futura guerra contra esa prisión a cielo abierto que es la franja de Gaza, que hoy soporta un bloqueo total por parte de Israel. Queda claro que el borrador del Acuerdo entraña una combinación de amenazas de destrucción económica y destrucción militar con el fin de incrementar el acoso a una población, de por sí ya despojada, para que acepte un plan que favorece a los ocupantes.
Además de ello, el borrador del Acuerdo propone la creación de un Estado, la “Nueva Palestina”, totalmente desmilitarizado e increíblemente pequeño, ya que prevé la anexión por parte de Israel de todo el valle del Jordán (en torno al 30% de Cisjordania) y de todos los asentamientos ilegales de esa zona, que ahora cubren más de la mitad de lo que la ley internacional considera territorio palestino. Este “nuevo” Estado recibiría ayuda de varios países, que incluyen a las monarquías del Golfo, algunas naciones de Europea y los Estados Unidos; ayuda que equivaldría a 30.000 millones de dólares durante los próximos cinco años. No queda claro si la “Nueva Palestina” se consideraría Estado soberano y si se le permitiría solicitar ser miembro pleno de las Naciones Unidas.
Mientras que el Acuerdo permitiría a la “Nueva Palestina” acceso a Jerusalén, como capital indivisible y compartida con Israel, los palestinos tendrían que pagar al Estado de Israel por su seguridad, ya que les estaría prohibido tener su propio ejército. En otras palabras, los palestinos estarían obligados a subvencionar a las Fuerzas de Defensa Israelíes, que llevan 50 años ocupando Cisjordania, para su “protección”, a pesar de que esas mismas fuerzas son las que llevan a cabo las ejecuciones extra-judiciales de ciudadanos palestinos. Sin embargo, Trump hace la “concesión” de permitir a la “Nueva Palestina” contar con una policía propia dotada de “armamento ligero”. También, aparentemente, el Acuerdo concede algunas demandas históricas del pueblo palestino, como la liberación de los presos que hayan sido encarcelados en los últimos tres años, pero nada se dice del tema del derecho al retorno de los refugiados.
El que el borrador del “Acuerdo del Siglo” haya sido publicado en un periódico que tiene directa vinculación con Trump y Netanhayu parece indicar que el gobierno de Israel está listo para dar a conocer los detalles del plan al público israelí; un plan que será con toda probabilidad rechazado tanto por los extremistas de derechas israelíes como por la mayoría de palestinos. No obstante, los mandatarios israelíes aceptarán el plan sólo porque saben que los palestinos lo rechazarán, lo que les permitirá culpar a estos del fracaso del “proceso de paz” diseñado por Trump.
En efecto, Riyad Mansour, embajador palestino en la ONU, afirmó el martes pasado que la AP rechazará el llamado “Acuerdo del Siglo” porque considera que es un mero pretexto para apropiarse de Cisjordania. Y añadió:
“Algunos en la administración Trump piensan: 'Sí, lo que contribuirá a la paz es romperles las piernas a los palestinos, romperles el brazo y cinco dientes, y cuando estén arrastrándose por el suelo, vendrán a ti a aceptar cualquier cosa que les ofrezcas'. Quienes piensan así no conocen a los palestinos”.
El rechazo del Acuerdo por parte de los palestinos no es ningún secreto. El embajador saliente de Francia declaró recientemente que está “muerto de partida”. Ello hace irrelevantes los detalles del Acuerdo, salvo por la parte que toca a las “penas” ya referidas si se rechaza.
Tampoco es ningún secreto que Netanyahu no desea la solución de los dos Estados, por pequeño que resulte el palestino e incluso si se desmilitariza. Ahora bien, si los palestinos rechazan el plan -como sabe que lo harán- los EEUU le harán el trabajo de seguir destruyendo Palestina al comprometerse a una futura invasión de Gaza y al estrangulamiento económico de Cisjorndania. Estas “penas” permitirán al gobierno de Israel culpar a los palestinos de sus sufrimientos mientras deja a Netanyahu el campo despejado para cumplir su ansiada “conquista” de la franja de Gaza y la anexión de toda la tierra de Cisjordania.
Como dijo Mansour, el “plan de paz” es un pretexto, pero para mucho más que el robo de tierra. Es un pretexto para pasarle el testigo de la destrucción de Palestina a los Estados Unidos so capa de un “proceso de paz” que ningún diplomático -en Israel, Palestina y otros lugares- se ha tomado en serio en ningún momento desde que Trump inició su mandato.
Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El Gangster Global -léase EEUU- está entusiasmado con la eficacia del arma de guerra que está aplicando contra toda nación que no se pliega a sus intereses: matar de hambre a sus poblaciones, vía sanciones económicas; y, si esto no las doblega, atacarlas militarmente. En esto consiste precisamente esa “oferta que los palestinos no podrán rechazar” llamada “Acuerdo del Siglo”.
El periódico Israel Hayom, propiedad del mayor donante de Donald Trump, Sheldon Adelson, ha publicado en lengua hebrea el borrador del “Acuerdo del Siglo” que ofrece la administración Trump para la solución del conflicto palestino-israelí. Este borrador fue entregado al periódico citado por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, que dirige el propio Primer Ministro, Benjamin Netanyahu. El plan del Acuerdo, que ha sido redactado por el yerno de Trump, Jared Kushner -judío ortodoxo-, y Jason Greenblatt, está previsto que se dé a conocer públicamente este mes de junio cuando concluya la fiesta religiosa del Ramadán.
Lo publicado por Israel Hayom, aparte de los detalles que ya han sido filtrados a la prensa, contiene otros nuevos y preocupantes, que incluyen el forzar, por medio de la amenaza de sanciones económicas e intervenciones militares, a los líderes palestinos a aceptar el Acuerdo. Por ejemplo, si la Autoridad Palestina (AP) o Hamas rechazan el “plan de paz” ofrecido por la administración Trump, los Estados Unidos se asegurarán de que “ningún país del mundo pueda transferir dinero” a Palestina. Podemos imaginarnos lo que esto supondría para una economía que depende grandemente de la ayuda exterior: matar de hambre a los más de 6 millones de palestinos de Cisjordania y los 2 millones, aproximadamente, de la franja de Gaza.
Además, si la AP acepta el plan pero no Hamas, “los Estados Unidos ayudarán a Israel a dañar a los los líderes de Hamas y la Yihad Islámica”, y culpará a Hamas de cualquier “brote de violencia con Israel” que se produzca en el futuro, independientemente de quien lo inicie. En otras palabras, la administración Trump está dispuesta a unirse a una futura guerra contra esa prisión a cielo abierto que es la franja de Gaza, que hoy soporta un bloqueo total por parte de Israel. Queda claro que el borrador del Acuerdo entraña una combinación de amenazas de destrucción económica y destrucción militar con el fin de incrementar el acoso a una población, de por sí ya despojada, para que acepte un plan que favorece a los ocupantes.
Además de ello, el borrador del Acuerdo propone la creación de un Estado, la “Nueva Palestina”, totalmente desmilitarizado e increíblemente pequeño, ya que prevé la anexión por parte de Israel de todo el valle del Jordán (en torno al 30% de Cisjordania) y de todos los asentamientos ilegales de esa zona, que ahora cubren más de la mitad de lo que la ley internacional considera territorio palestino. Este “nuevo” Estado recibiría ayuda de varios países, que incluyen a las monarquías del Golfo, algunas naciones de Europea y los Estados Unidos; ayuda que equivaldría a 30.000 millones de dólares durante los próximos cinco años. No queda claro si la “Nueva Palestina” se consideraría Estado soberano y si se le permitiría solicitar ser miembro pleno de las Naciones Unidas.
Mientras que el Acuerdo permitiría a la “Nueva Palestina” acceso a Jerusalén, como capital indivisible y compartida con Israel, los palestinos tendrían que pagar al Estado de Israel por su seguridad, ya que les estaría prohibido tener su propio ejército. En otras palabras, los palestinos estarían obligados a subvencionar a las Fuerzas de Defensa Israelíes, que llevan 50 años ocupando Cisjordania, para su “protección”, a pesar de que esas mismas fuerzas son las que llevan a cabo las ejecuciones extra-judiciales de ciudadanos palestinos. Sin embargo, Trump hace la “concesión” de permitir a la “Nueva Palestina” contar con una policía propia dotada de “armamento ligero”. También, aparentemente, el Acuerdo concede algunas demandas históricas del pueblo palestino, como la liberación de los presos que hayan sido encarcelados en los últimos tres años, pero nada se dice del tema del derecho al retorno de los refugiados.
El que el borrador del “Acuerdo del Siglo” haya sido publicado en un periódico que tiene directa vinculación con Trump y Netanhayu parece indicar que el gobierno de Israel está listo para dar a conocer los detalles del plan al público israelí; un plan que será con toda probabilidad rechazado tanto por los extremistas de derechas israelíes como por la mayoría de palestinos. No obstante, los mandatarios israelíes aceptarán el plan sólo porque saben que los palestinos lo rechazarán, lo que les permitirá culpar a estos del fracaso del “proceso de paz” diseñado por Trump.
En efecto, Riyad Mansour, embajador palestino en la ONU, afirmó el martes pasado que la AP rechazará el llamado “Acuerdo del Siglo” porque considera que es un mero pretexto para apropiarse de Cisjordania. Y añadió:
“Algunos en la administración Trump piensan: 'Sí, lo que contribuirá a la paz es romperles las piernas a los palestinos, romperles el brazo y cinco dientes, y cuando estén arrastrándose por el suelo, vendrán a ti a aceptar cualquier cosa que les ofrezcas'. Quienes piensan así no conocen a los palestinos”.
El rechazo del Acuerdo por parte de los palestinos no es ningún secreto. El embajador saliente de Francia declaró recientemente que está “muerto de partida”. Ello hace irrelevantes los detalles del Acuerdo, salvo por la parte que toca a las “penas” ya referidas si se rechaza.
Tampoco es ningún secreto que Netanyahu no desea la solución de los dos Estados, por pequeño que resulte el palestino e incluso si se desmilitariza. Ahora bien, si los palestinos rechazan el plan -como sabe que lo harán- los EEUU le harán el trabajo de seguir destruyendo Palestina al comprometerse a una futura invasión de Gaza y al estrangulamiento económico de Cisjorndania. Estas “penas” permitirán al gobierno de Israel culpar a los palestinos de sus sufrimientos mientras deja a Netanyahu el campo despejado para cumplir su ansiada “conquista” de la franja de Gaza y la anexión de toda la tierra de Cisjordania.
Como dijo Mansour, el “plan de paz” es un pretexto, pero para mucho más que el robo de tierra. Es un pretexto para pasarle el testigo de la destrucción de Palestina a los Estados Unidos so capa de un “proceso de paz” que ningún diplomático -en Israel, Palestina y otros lugares- se ha tomado en serio en ningún momento desde que Trump inició su mandato.
amelia | Martes, 14 de Mayo de 2019 a las 23:47:40 horas
Israel caerá cuando caigan los estados unidos,asesinos por igual,que los sancionen ,panda de genocidas
Accede para votar (0) (0) Accede para responder