
¿Qué fue lo que impidió que el golpista Juan Guaidó fuera parar con sus huesos a la cárcel?
CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS: EL TAL GUAIDÓ, LA MOSCA COJONERA PITIYANQUI
¿Ha vivido el planeta una nueva "crisis de los misiles" sin que nos hayamos enterado?
Según cuenta el coronel Martínez Inglés, que en su día perteneciera a los servicios de inteligencia del ejército español, el presidente Maduro tenía pensado "meter en chirona" a Guaidó pensado nada más pisar suelo venezolano. Sin embargo, escasas horas antes de que esto ocurriera - e iba a ocurrir indefectiblemente - apareció en escena el presidente ruso Putin (…)
CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Pues sí, sí, amigos, por lo que respecta a la inacabada e inacabable crisis política e institucional venezolana, planificada, organizada, ejecutada y pagada desde EE.UU, ahora mismo estamos ante la nueva aventura de una auténtica mosca cojonera pitiyanqui (que admira y adora todo lo yanqui) que con apariencia humana y bajo el nombre de un tal Guaidó vuelve a revolotear incansable todo lo cerca que puede de la bragueta del presidente Maduro, molestando también con su monótono discurrir a todo aquél que osa acercarse a su asquerosa figura. Sí, sí, semejante volátil, ya lo han leído todos ustedes, responde al nombre de un tal Guaidó, famosillo ya en el inframundo de la política internacional porque semanas atrás tuvo la peregrina idea, la osadía, la insensatez, la estupidez manifiesta propia a todas luces de un auténtico descerebrado… de autoproclamarse, creyéndose todo un auténtico napoleón de vía estrecha, presidente de la República de su país, sirviéndose para tan alto menester de un púlpito levantado en una plaza de Caracas y rodeado, eso sí, de unos cuantos centenares de comparsas pagados por la CIA.
"Maduro tenía pensado "meter en chirona" a Guaidó nada más pisara suelo venezolano, pero escasas horas antes de que esto ocurriera - e iba a ocurrir indefectiblemente - apareció en escena el presidente ruso Putin..."
¡La que tiene por delante, la que le ha caído al cuestionado y torturado (por USA y sus secuaces) presidente de Venezuela, señor Maduro, con este bicho despreciable, con este insecto degradado de la política venezolana que no para un solo instante, dentro y fuera de su país, de insolentar a propios y extraños, de soltar extravagancias a diestro y siniestro en los ratos libres que le deja la ardua tarea de husmear su entrepierna, sus genitales políticos y sociales vigilando todo lo que hace, dice, piensa y ordena, en aras de reemplazarlo cuanto antes en el sillón presidencial con la inestimable ayuda de los halcones de la Casa Blanca!
A mí es que en estos momentos, y a la espera de lo que pueda pasar en los próximos días o semanas con el Tribunal Supremo de Justicia venezolano de protagonista (no cabe la menor duda de que algo tendrá que hacer ante la osadía y el desacato manifiesto de este títere del imperialismo yanqui), no se me ocurre otra cosa que proponer al señor Maduro (sí, sí, para mí y para los miles de millones de ciudadanos del mundo no sometido al decadente imperio estadounidense, presidente constitucional de la República de Venezuela) para la medalla de oro del santo Job, que si no existe (yo en estos momentos no lo sé) habría que crearla para premiar anualmente al dirigente político mundial que más haya aguantado, sin tirar la toalla y sin quemarlo en la plaza pública, la presión, el ataque, el insulto y la absoluta memez institucional del líder de la oposición de su país. La susodicha condecoración, es una idea que se me ha ocurrido a bote pronto, podría ser financiada por los Gobiernos, todos muy demócratas, de los 50 países satélites de USA (España entre ellos, presidido por Pedro Sánchez “el piloto”, de Falcón naturalmente) que han tenido la absoluta desfachatez política de reconocer como “presidente interino”, “presidente encargado”, “presidente de mierda” (con perdón) o simplemente como “muñeco” o “marioneta” de la pareja de locos de la Casa Blanca “Trump & Bolton”, a la mosca cojonera de este cuento, al diputado “made in USA” señor Guaidó.
Lo malo de todo esto es que al presidente Maduro, tras la apabullante derrota de su oponente (nunca mejor dicho) al tratar de introducir en Venezuela, como humanitario caballo de Troya, unas cuantas toneladas pasadas de fecha de excedentes alimentarios y medicamentosos con el fin espurio de desatar una guerra civil e, incluso, una intervención armada en la frontera con Colombia que hiciera plausible una posterior y más potente a cargo del Pentágono, a pesar de esa paciencia contrastada y de ese “savoir faire” que ha permitido que la gran aventura contra su país de los halcones yanquis se haya sustentado hasta el presente con daños colaterales muy limitados, se le han complicado un tanto las cosas con el empecinamiento de “la mosca” en regresar a su país a husmear de nuevo en su entrepierna política y social.
Don Nicolás tenía pensado meterle en chirona nada más pisar suelo venezolano, pero escasas horas antes de que esto ocurriera - e iba a ocurrir indefectiblemente - apareció en escena el presidente ruso Putin que, como todo el mundo sabe, maneja una muy buena información de todo lo que pasa en el mundo y, no digamos, en la casa de su antiguo amigo Trump en relación con las posibles respuestas a implementar con carácter urgente por el Pentágono para el hipotético caso de que el sicario Guaidó fuera “molestado” al ingresar de nuevo en el país. Información sensible facilitada al presidente ruso por los funcionarios de la antigua KGB (las siglas del nuevo centro de espionaje ruso no me las he aprendido todavía pero de todas formas Putin sigue trabajando con los parámetros de sus antiguos compañeros) en base a su sofisticado sistema de Inteligencia y que han hecho que el presidente Maduro deba poner en stand by de momento la maquinaria de la represión personal y siga tragando quina a espuertas potenciando al máximo su proverbial paciencia.
Washington estaba preparado para actuar con acciones de la Marina y la Fuerza aérea si el gobierno venezolano detenía a su mosca cojonera pitiyanqui
¿Y qué es lo que descubrieron los espías rusos de la hoja de ruta del señor Trump y sus adláteres capitaneados por el presunto criminal de guerra, el actual asesor de seguridad de la Casa Blanca, señor Bolton, un personaje nefasto que mantiene a día de hoy sobre su conciencia doscientas mil víctimas civiles y otras ochenta mil de soldados de la guardia republicana asesinados en la ilegal invasión de Irak?
Pues en primer lugar que la cosa iba en serio y que el gabinete de desalmados que dirige en estos momentos la política estadounidense no solo había ya asumido una posible intervención en Venezuela al margen de cualquier derecho internacional sino que estaban deseosos de ejecutarlo cuanto antes y en el menor tiempo posible. Tan de verdad iba la cosa a escasas horas de la presunta llegada de Guaidó, que el Pentágono ya tenía (y sigue teniendo) planes muy concretos, plenamente estudiados y planificados, para poner en marcha, no una invasión “en fuerza” y total sobre el país sudamericano que sería, y así se lo ha expresado claramente el presidente Putin al del pelo amarillo, el señor Trump, un total “casus belli” y una línea roja que de traspasarse podría desencadenar una contundente respuesta de Rusia en el terreno militar… pero sí algunas acciones selectivas por parte de la Marina y la Fuerza aérea estadounidenses para bloquear los puertos o excluir el espacio aéreo venezolano, colapsando el comercio de su petróleo y aislando totalmente al país hasta la renuncia del régimen chavista.
Putin ha dado seguridades a Maduro de que el transfondo que están siendo por o iraquí pero no ha descartado que la administración yanqui pueda emprender, a la menor provocación directa, alguna acción selectiva del orden de las señaladas: bloqueo de todo el entorno marítimo venezolano para asfixiar su comercio petrolífero, una exclusión total o parcial de su espacio aéreo e, incluso, alguna acción puntual de destrucción de alguna parte de su infraestructura administrativa, vía misiles crucero, para atemorizar a la población y conseguir como sea la caída de Maduro.
Con estos cafres en la Casa Blanca desde luego todo es posible. Por ello, el chavismo ha debido cerrar los puños, apretar los dientes y esperar. La amenaza de la primera potencia militar del mundo es real, brutal y aunque Venezuela, a pesar de lo que dice la domesticada prensa occidental, no está sola y mantiene amigos muy poderosos como Rusia, China, Turquía, Méjico, Irán… etc etc, no es cuestión de desafiar alegremente al monstruo neoliberal.
Tiempo al tiempo pues, además, este imperio de Trump ya no es el mismo de antes, va ya de capa caída. Basta recordar sus últimas y claras derrotas de Afganistán y Siria, aunque los problemas domésticos que arrastra su cuestionado presidente pueden jugarle alguna mala pasada haciéndole huir hacia adelante.
La crisis venezolana sigue ahí, amigos, pero saben quién está perdiendo más en esta alocada apuesta internación. Pues Europa, naturalmente, la Europa sometida, colonizada, mediatizada, dominada, incapaz de negarse por decencia y respeto propio a besarle el culo al estúpido emperador yanqui.
CORONEL MARTÍNEZ INGLÉS PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Pues sí, sí, amigos, por lo que respecta a la inacabada e inacabable crisis política e institucional venezolana, planificada, organizada, ejecutada y pagada desde EE.UU, ahora mismo estamos ante la nueva aventura de una auténtica mosca cojonera pitiyanqui (que admira y adora todo lo yanqui) que con apariencia humana y bajo el nombre de un tal Guaidó vuelve a revolotear incansable todo lo cerca que puede de la bragueta del presidente Maduro, molestando también con su monótono discurrir a todo aquél que osa acercarse a su asquerosa figura. Sí, sí, semejante volátil, ya lo han leído todos ustedes, responde al nombre de un tal Guaidó, famosillo ya en el inframundo de la política internacional porque semanas atrás tuvo la peregrina idea, la osadía, la insensatez, la estupidez manifiesta propia a todas luces de un auténtico descerebrado… de autoproclamarse, creyéndose todo un auténtico napoleón de vía estrecha, presidente de la República de su país, sirviéndose para tan alto menester de un púlpito levantado en una plaza de Caracas y rodeado, eso sí, de unos cuantos centenares de comparsas pagados por la CIA.
"Maduro tenía pensado "meter en chirona" a Guaidó nada más pisara suelo venezolano, pero escasas horas antes de que esto ocurriera - e iba a ocurrir indefectiblemente - apareció en escena el presidente ruso Putin..."
¡La que tiene por delante, la que le ha caído al cuestionado y torturado (por USA y sus secuaces) presidente de Venezuela, señor Maduro, con este bicho despreciable, con este insecto degradado de la política venezolana que no para un solo instante, dentro y fuera de su país, de insolentar a propios y extraños, de soltar extravagancias a diestro y siniestro en los ratos libres que le deja la ardua tarea de husmear su entrepierna, sus genitales políticos y sociales vigilando todo lo que hace, dice, piensa y ordena, en aras de reemplazarlo cuanto antes en el sillón presidencial con la inestimable ayuda de los halcones de la Casa Blanca!
A mí es que en estos momentos, y a la espera de lo que pueda pasar en los próximos días o semanas con el Tribunal Supremo de Justicia venezolano de protagonista (no cabe la menor duda de que algo tendrá que hacer ante la osadía y el desacato manifiesto de este títere del imperialismo yanqui), no se me ocurre otra cosa que proponer al señor Maduro (sí, sí, para mí y para los miles de millones de ciudadanos del mundo no sometido al decadente imperio estadounidense, presidente constitucional de la República de Venezuela) para la medalla de oro del santo Job, que si no existe (yo en estos momentos no lo sé) habría que crearla para premiar anualmente al dirigente político mundial que más haya aguantado, sin tirar la toalla y sin quemarlo en la plaza pública, la presión, el ataque, el insulto y la absoluta memez institucional del líder de la oposición de su país. La susodicha condecoración, es una idea que se me ha ocurrido a bote pronto, podría ser financiada por los Gobiernos, todos muy demócratas, de los 50 países satélites de USA (España entre ellos, presidido por Pedro Sánchez “el piloto”, de Falcón naturalmente) que han tenido la absoluta desfachatez política de reconocer como “presidente interino”, “presidente encargado”, “presidente de mierda” (con perdón) o simplemente como “muñeco” o “marioneta” de la pareja de locos de la Casa Blanca “Trump & Bolton”, a la mosca cojonera de este cuento, al diputado “made in USA” señor Guaidó.
Lo malo de todo esto es que al presidente Maduro, tras la apabullante derrota de su oponente (nunca mejor dicho) al tratar de introducir en Venezuela, como humanitario caballo de Troya, unas cuantas toneladas pasadas de fecha de excedentes alimentarios y medicamentosos con el fin espurio de desatar una guerra civil e, incluso, una intervención armada en la frontera con Colombia que hiciera plausible una posterior y más potente a cargo del Pentágono, a pesar de esa paciencia contrastada y de ese “savoir faire” que ha permitido que la gran aventura contra su país de los halcones yanquis se haya sustentado hasta el presente con daños colaterales muy limitados, se le han complicado un tanto las cosas con el empecinamiento de “la mosca” en regresar a su país a husmear de nuevo en su entrepierna política y social.
Don Nicolás tenía pensado meterle en chirona nada más pisar suelo venezolano, pero escasas horas antes de que esto ocurriera - e iba a ocurrir indefectiblemente - apareció en escena el presidente ruso Putin que, como todo el mundo sabe, maneja una muy buena información de todo lo que pasa en el mundo y, no digamos, en la casa de su antiguo amigo Trump en relación con las posibles respuestas a implementar con carácter urgente por el Pentágono para el hipotético caso de que el sicario Guaidó fuera “molestado” al ingresar de nuevo en el país. Información sensible facilitada al presidente ruso por los funcionarios de la antigua KGB (las siglas del nuevo centro de espionaje ruso no me las he aprendido todavía pero de todas formas Putin sigue trabajando con los parámetros de sus antiguos compañeros) en base a su sofisticado sistema de Inteligencia y que han hecho que el presidente Maduro deba poner en stand by de momento la maquinaria de la represión personal y siga tragando quina a espuertas potenciando al máximo su proverbial paciencia.
Washington estaba preparado para actuar con acciones de la Marina y la Fuerza aérea si el gobierno venezolano detenía a su mosca cojonera pitiyanqui
¿Y qué es lo que descubrieron los espías rusos de la hoja de ruta del señor Trump y sus adláteres capitaneados por el presunto criminal de guerra, el actual asesor de seguridad de la Casa Blanca, señor Bolton, un personaje nefasto que mantiene a día de hoy sobre su conciencia doscientas mil víctimas civiles y otras ochenta mil de soldados de la guardia republicana asesinados en la ilegal invasión de Irak?
Pues en primer lugar que la cosa iba en serio y que el gabinete de desalmados que dirige en estos momentos la política estadounidense no solo había ya asumido una posible intervención en Venezuela al margen de cualquier derecho internacional sino que estaban deseosos de ejecutarlo cuanto antes y en el menor tiempo posible. Tan de verdad iba la cosa a escasas horas de la presunta llegada de Guaidó, que el Pentágono ya tenía (y sigue teniendo) planes muy concretos, plenamente estudiados y planificados, para poner en marcha, no una invasión “en fuerza” y total sobre el país sudamericano que sería, y así se lo ha expresado claramente el presidente Putin al del pelo amarillo, el señor Trump, un total “casus belli” y una línea roja que de traspasarse podría desencadenar una contundente respuesta de Rusia en el terreno militar… pero sí algunas acciones selectivas por parte de la Marina y la Fuerza aérea estadounidenses para bloquear los puertos o excluir el espacio aéreo venezolano, colapsando el comercio de su petróleo y aislando totalmente al país hasta la renuncia del régimen chavista.
Putin ha dado seguridades a Maduro de que el transfondo que están siendo por o iraquí pero no ha descartado que la administración yanqui pueda emprender, a la menor provocación directa, alguna acción selectiva del orden de las señaladas: bloqueo de todo el entorno marítimo venezolano para asfixiar su comercio petrolífero, una exclusión total o parcial de su espacio aéreo e, incluso, alguna acción puntual de destrucción de alguna parte de su infraestructura administrativa, vía misiles crucero, para atemorizar a la población y conseguir como sea la caída de Maduro.
Con estos cafres en la Casa Blanca desde luego todo es posible. Por ello, el chavismo ha debido cerrar los puños, apretar los dientes y esperar. La amenaza de la primera potencia militar del mundo es real, brutal y aunque Venezuela, a pesar de lo que dice la domesticada prensa occidental, no está sola y mantiene amigos muy poderosos como Rusia, China, Turquía, Méjico, Irán… etc etc, no es cuestión de desafiar alegremente al monstruo neoliberal.
Tiempo al tiempo pues, además, este imperio de Trump ya no es el mismo de antes, va ya de capa caída. Basta recordar sus últimas y claras derrotas de Afganistán y Siria, aunque los problemas domésticos que arrastra su cuestionado presidente pueden jugarle alguna mala pasada haciéndole huir hacia adelante.
La crisis venezolana sigue ahí, amigos, pero saben quién está perdiendo más en esta alocada apuesta internación. Pues Europa, naturalmente, la Europa sometida, colonizada, mediatizada, dominada, incapaz de negarse por decencia y respeto propio a besarle el culo al estúpido emperador yanqui.
AMEAUXET | Domingo, 17 de Marzo de 2019 a las 11:06:52 horas
MADURO ENCUENTRA APOYO MÁXIMO EN LA POBLACIÓN IBÉRICA INSTALADA EN EE.UU, WASHNGTON
Una manifestación multitudinaria ha reunido este sábado a miles de personas en Washington, en cuyo marco los presentes han expresado su rechazo a la posible intervención militar por parte de Estados Unidos en Venezuela y manifestaron su apoyo al presidente del país IBEROAMERICANO, Nicolás Maduro.
PANIBERISMO SIGNIFICA (ES) LA CONTINUIDAD DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA DE SIMÓN BOLIVAR EN LA PENÍNSULA IBÉRICA, AMÉRICA, AFRICA, ASÍA Y OCEANIA
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