EL "REY DEMÉRITO" DICTA UN LIBRO DE MEMORIAS EN EL QUE, A FALTA DE OTRAS SENTENCIAS, SE AUTOABSUELVE DE SUS PRESUNTOS DELITOS
Mientras las investigaciones documentan negocios turbios y "regalos" saudíes, su autobiografía transforma sus escándalos en “errores por amor”
El "rey demérito" ha decidido reconciliarse… pero consigo mismo. Desde Abu Dabi, y con acento francés, Juan Carlos I dictó a la escritora Laurence Debray unas memorias tituladas "Reconciliación", que la editorial Planeta publicará enel navideño mes de diciembre. Entre los pasajes del mismo, el ex monarca admite que su fortuna saudí “fue un regalo que no supo rechazar” y que sus “errores” derivaron del amor y la confianza. Sin embargo, otra biografía crítica "Un rey golpe a golpe", de Patricia Sverlo, cuenta otra historia: la de un Borbón forjado por Franco, enfermizamente adicto al dinero y fuertemente blindado por la impunidad.
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POR MANUEL MEDINA (*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
El rey demérito ha vuelto. Pero en esta ocasión, no en avión ni en yate: regresa en formato editorial.
A sus 87 años, Juan Carlos I reaparece con "Reconciliación", un libro de memorias dictadas desde Abu Dabi a la escritora francesa Laurence Debray, hija del conocido filósofo "ultrarrevolucionario" francés Regis Debray, que terminara denunciando a la guerrilla del Ché al Ejército boliviano en los años sesenta, y en la actualidad, es un firme y aguerrido defensor de la OTAN.
La editorial Planeta publicará esta biografía en diciembre con el habitual despliegue que se reserva exclusivamente a los santos o a los best sellers.
La autora presenta al ex monarca como a “un hombre que busca cerrar heridas”. Sin embargo, el lector español, más curtido, sospecha otra cosa: que se trata de un intento de limpiar con perfume parisino lo que ni tres décadas de silencio judicial han conseguido todavía borrar.
II. EL ARGUMENTO DEL ARREPENTIMIENTO
En "Reconciliación", el monarca se retrata a sí mismo como víctima de “malas compañías” y de “errores" cometidos "por amor”.
Asegura, además, que su fortuna saudí “fue un regalo que no supe rechazar”, y que se había marchado de España “para ayudar a su hijo”.
La prosa del arrepentimiento tiene un claro aroma de confesionario pero, en este caso, sin ningún propósito de enmienda.
Su “autobiógrafa”, Laurence Debray, ha insistido en tratar de mostrar al anciano rey como un patriota sentimental, traicionado por quienes “no han llegado a comprender su enorme sacrificio”. El problema consiste, no obstante, en que el país no olvida los hechos: las cacerías, las comisiones multimillonarias, las tarjetas opacas y las amistades árabes que financian tanto como bendicen.
III. EL ESPEJO DE LA BIOGRAFÍA CRÍTICA
Frente a la versión celestial que nos ofrece la Sra. o Srta. Debray, existe otra biografía titulada “Un rey golpe a golpe”, escrita por otra mujer, Patricia Sverlo, -seudónimo de la periodista Rebeca Quintáns- que nos ofrece una radiografía sin ningún tipo de filtros: un monarca moldeado por Franco, protegido por la impunidad y enriquecido a la obscura sombra protectora del![[Img #87550]](https://canarias-semanal.org/upload/images/10_2025/9192_787_dabray.jpg)
aparato del Estado.
La biografía de Sverlo documenta detalladamente los negocios de armas junto a sus amigos Colón de Carvajal y Khashoggi, las maniobras del 23-F y su relevante papel en la guerra sucia contra ETA.
Donde Debray habla de “debilidades humanas”, Sverlo describe un sofisticado sistema de poder que sirvió para convertir la Corona en una empresa familiar sin auditoría externa.
La ironía histórica no deja de ser cruel: el mismo hombre que ahora se confiesa “decepcionado” fue durante décadas el beneficiario principal de un país acostumbrado a mirar hacia otro lado mientras él acumulaba fortuna y honores.
IV. EL “REGALO” SAUDÍ Y LA AMNESIA SELECTIVA
Entre los pasajes más llamativos, el emérito confiesa haber recibido “un regalo” millonario de sus amigos saudíes. No fue un ramo de dátiles: fueron cien millones de dólares transferidos discretamente a través de bancos suizos.
En las páginas de algunos digitales españoles, su historia ha aparecido sólidamente documentada con fechas, cifras y nombres.
En "Reconciliación", en cambio, el episodio se convierte en ![[Img #87548]](https://canarias-semanal.org/upload/images/10_2025/6832_725_golpea.jpg)
una parábola moral: el rey que pecó por ingenuidad y aprendió la lección en el desierto.
La pedagogía de la Monarquía borbónica consiste en eso: convertir los delitos en moralejas. Si roba un político, es corrupción; en cambio, si el que cobra es un rey, entonces se convierte automáticamente en un malentendido histórico.
V. LA OPERACIÓN EDITORIAL
La editorial Planeta, que sabe reconocer el olor a negocio como los gatos a olfatear ratones, presenta el libro como un “testimonio humano y reconciliador”.
![[Img #87547]](https://canarias-semanal.org/upload/images/10_2025/6366_3454_patricia-sverlo.jpg)
No es, ni mucho menos, el primer intento de lavar una biografía con papel cuché, pero sí el proyecto más ambicioso. La editorial Planeta ha prometido entrevistas, documentales y también una gira de promoción “en nombre de la verdad”.
Los departamentos de marketing lo llaman “rebranding”; los españoles, con más experiencia, lo llamamos reblanqueo.
VI. EL CONTRASTE ENTRE LA MEMORIA Y LA HISTORIA
El problema de la “autobiografía” "Reconciliación" no es literario, sino ético. Intenta sustituir la historia por un relato sentimental donde las decisiones políticas se disuelven en emociones privadas. El rey no “ordenó”, sino que “sintió”; no “recibió comisiones millonarias”, sino que “agradeció gestos de amistad”.
El contraste con la biografía crítica, "Un rey golpe a golpe", es simplemente brutal. Sverlo describe un personaje que nunca creyó en la democracia más allá de su propia utilidad; Debray, en cambio, lo retrata como su supremo arquitecto espiritual.
Entre ambos textos se dibuja el abismo entre lo que fue y lo que quiere aparentar ser: de Jefe de Estado a protagonista de un melodrama histórico.
VII. RECONCILIACIÓN… ¿CON QUIÉN?
Lo más llamativo de la mentada “autobiografía” es el título. “Reconciliación” sugiere un encuentro entre el rey y su pueblo. Pero, en realidad, no pasa de ser una reconciliación del rey consigo mismo, con la idea cómoda de que sus errores fueron fatalmente inevitables.
En España, la palabra reconciliación ya fue reiteradamente usada por tirios y troyanos para maquillar el franquismo. Ahora vuelve al servicio de su heredero simbólico. El mensaje subyacente parece obvio: si todos perdonamos, nadie tendrá que pagar.
VIII. EPÍLOGO: EL PAÍS QUE HA PERDONADO DEMASIADO
Tal vez el libro consiga su objetivo: no convencer, sino cansar. Cansar de oír lo mismo, de ver los mismos nombres y de soportar la misma coreografía del arrepentimiento.
España, país experto en absoluciones preventivas, asistirá a este lanzamiento editorial entre la curiosidad y el escepticismo. Habrá colas, coñas, reseñas y tertulias, y luego... el silencio, el absoluto silencio: el sonido favorito de la historia oficial.
Mientras tanto, los lectores que aún recuerden "Un rey golpe a golpe" sabrán reconocer el doble fondo. Porque la ironía —cuando esta se aplica al poder— no es burla: es simplemente memoria.
Y la memoria, en este país, continúa siendo el único lujo que nunca paga el rey.
(*) MANUEL MEDINA es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa materia.
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POR MANUEL MEDINA (*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
El rey demérito ha vuelto. Pero en esta ocasión, no en avión ni en yate: regresa en formato editorial.
A sus 87 años, Juan Carlos I reaparece con "Reconciliación", un libro de memorias dictadas desde Abu Dabi a la escritora francesa Laurence Debray, hija del conocido filósofo "ultrarrevolucionario" francés Regis Debray, que terminara denunciando a la guerrilla del Ché al Ejército boliviano en los años sesenta, y en la actualidad, es un firme y aguerrido defensor de la OTAN.
La editorial Planeta publicará esta biografía en diciembre con el habitual despliegue que se reserva exclusivamente a los santos o a los best sellers.
La autora presenta al ex monarca como a “un hombre que busca cerrar heridas”. Sin embargo, el lector español, más curtido, sospecha otra cosa: que se trata de un intento de limpiar con perfume parisino lo que ni tres décadas de silencio judicial han conseguido todavía borrar.
II. EL ARGUMENTO DEL ARREPENTIMIENTO
En "Reconciliación", el monarca se retrata a sí mismo como víctima de “malas compañías” y de “errores" cometidos "por amor”.
Asegura, además, que su fortuna saudí “fue un regalo que no supe rechazar”, y que se había marchado de España “para ayudar a su hijo”.
La prosa del arrepentimiento tiene un claro aroma de confesionario pero, en este caso, sin ningún propósito de enmienda.
Su “autobiógrafa”, Laurence Debray, ha insistido en tratar de mostrar al anciano rey como un patriota sentimental, traicionado por quienes “no han llegado a comprender su enorme sacrificio”. El problema consiste, no obstante, en que el país no olvida los hechos: las cacerías, las comisiones multimillonarias, las tarjetas opacas y las amistades árabes que financian tanto como bendicen.
III. EL ESPEJO DE LA BIOGRAFÍA CRÍTICA
Frente a la versión celestial que nos ofrece la Sra. o Srta. Debray, existe otra biografía titulada “Un rey golpe a golpe”, escrita por otra mujer, Patricia Sverlo, -seudónimo de la periodista Rebeca Quintáns- que nos ofrece una radiografía sin ningún tipo de filtros: un monarca moldeado por Franco, protegido por la impunidad y enriquecido a la obscura sombra protectora del aparato del Estado.
La biografía de Sverlo documenta detalladamente los negocios de armas junto a sus amigos Colón de Carvajal y Khashoggi, las maniobras del 23-F y su relevante papel en la guerra sucia contra ETA.
Donde Debray habla de “debilidades humanas”, Sverlo describe un sofisticado sistema de poder que sirvió para convertir la Corona en una empresa familiar sin auditoría externa.
La ironía histórica no deja de ser cruel: el mismo hombre que ahora se confiesa “decepcionado” fue durante décadas el beneficiario principal de un país acostumbrado a mirar hacia otro lado mientras él acumulaba fortuna y honores.
IV. EL “REGALO” SAUDÍ Y LA AMNESIA SELECTIVA
Entre los pasajes más llamativos, el emérito confiesa haber recibido “un regalo” millonario de sus amigos saudíes. No fue un ramo de dátiles: fueron cien millones de dólares transferidos discretamente a través de bancos suizos.
En las páginas de algunos digitales españoles, su historia ha aparecido sólidamente documentada con fechas, cifras y nombres.
En "Reconciliación", en cambio, el episodio se convierte en una parábola moral: el rey que pecó por ingenuidad y aprendió la lección en el desierto.
La pedagogía de la Monarquía borbónica consiste en eso: convertir los delitos en moralejas. Si roba un político, es corrupción; en cambio, si el que cobra es un rey, entonces se convierte automáticamente en un malentendido histórico.
V. LA OPERACIÓN EDITORIAL
La editorial Planeta, que sabe reconocer el olor a negocio como los gatos a olfatear ratones, presenta el libro como un “testimonio humano y reconciliador”.
No es, ni mucho menos, el primer intento de lavar una biografía con papel cuché, pero sí el proyecto más ambicioso. La editorial Planeta ha prometido entrevistas, documentales y también una gira de promoción “en nombre de la verdad”.
Los departamentos de marketing lo llaman “rebranding”; los españoles, con más experiencia, lo llamamos reblanqueo.
VI. EL CONTRASTE ENTRE LA MEMORIA Y LA HISTORIA
El problema de la “autobiografía” "Reconciliación" no es literario, sino ético. Intenta sustituir la historia por un relato sentimental donde las decisiones políticas se disuelven en emociones privadas. El rey no “ordenó”, sino que “sintió”; no “recibió comisiones millonarias”, sino que “agradeció gestos de amistad”.
El contraste con la biografía crítica, "Un rey golpe a golpe", es simplemente brutal. Sverlo describe un personaje que nunca creyó en la democracia más allá de su propia utilidad; Debray, en cambio, lo retrata como su supremo arquitecto espiritual.
Entre ambos textos se dibuja el abismo entre lo que fue y lo que quiere aparentar ser: de Jefe de Estado a protagonista de un melodrama histórico.
VII. RECONCILIACIÓN… ¿CON QUIÉN?
Lo más llamativo de la mentada “autobiografía” es el título. “Reconciliación” sugiere un encuentro entre el rey y su pueblo. Pero, en realidad, no pasa de ser una reconciliación del rey consigo mismo, con la idea cómoda de que sus errores fueron fatalmente inevitables.
En España, la palabra reconciliación ya fue reiteradamente usada por tirios y troyanos para maquillar el franquismo. Ahora vuelve al servicio de su heredero simbólico. El mensaje subyacente parece obvio: si todos perdonamos, nadie tendrá que pagar.
VIII. EPÍLOGO: EL PAÍS QUE HA PERDONADO DEMASIADO
Tal vez el libro consiga su objetivo: no convencer, sino cansar. Cansar de oír lo mismo, de ver los mismos nombres y de soportar la misma coreografía del arrepentimiento.
España, país experto en absoluciones preventivas, asistirá a este lanzamiento editorial entre la curiosidad y el escepticismo. Habrá colas, coñas, reseñas y tertulias, y luego... el silencio, el absoluto silencio: el sonido favorito de la historia oficial.
Mientras tanto, los lectores que aún recuerden "Un rey golpe a golpe" sabrán reconocer el doble fondo. Porque la ironía —cuando esta se aplica al poder— no es burla: es simplemente memoria.
Y la memoria, en este país, continúa siendo el único lujo que nunca paga el rey.
(*) MANUEL MEDINA es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa materia.
Mis asuntos | Domingo, 02 de Noviembre de 2025 a las 17:52:59 horas
Por dos veces, aparte de otras abdicaciones, el pueblo español expulsó a la dinastía borbónica de España, las mismas veces el ejército nos la devolvió al poder en sendos golpes de estado, el segundo provocó una guerra civil en la que tuvo que derrotar a su propio pueblo, primero necesitó 36 años para reprimir y depurar, después y a la muerte del dictador se reinstauró la monarquía en un régimen que ya lleva 50 años rigiendo los destinos de España. El monarca reinstaurado, apodado El Campechano, confió en primer lugar su trono y régimen monárquico a la encarnación del poder capitalista e imperial, por éso Volkete habla de agente de la CIA, su primera traición fué al pueblo saharauí, colonia española cuyos habitantes tenían incluso DNI español. Hace unos días la traición se ha consumado con el reconocimiento de la soberanía marroquí por parte de la ONU, gran trabajo del Campechano y la plutocracia financiera dueña del planeta. No contento con tan buen principio, nos integró aún más en estructuras terroristas como la OTAN, para ello tuvo que desalojar del poder a un miembro también del antiguo régimen travestido en demócrata, Adolfo Suárez, alguien que se negaba a la susodicha integración. Un pseudogolpe de estado, como siempre el ejército interviniendo en momentos clave, aceleró el proceso. De este golpe, salió certificado como salvador de la democracia por unos medios de comunicación que o no se enteraban de nada o no se querían enterar, como se ha demostrado después con sus andanzas amatorias y dinerarias. De hecho y según la médica del Congreso, el general Armada, uno de los conspiradores propuso a Tejero, el tipo que sobraba, un gobierno de concentración nacional presidido por él mismo y con ministros hasta comunistas. Ahí se acabó el golpe en cuyo juicio el único absuelto fué un tal José Luis Cortina, miembro del entonces CESID, y quizás el que más sabía sobre los hechos. Curiosamente, la casa de su padre, donde supuestamente se había reunido con Tejero, fué asaltada e incendiada, muriendo el anterior citado. Los autobuses de los guardias fueron guiados desde Valdemoro hasta el Congreso por agentes del Cesid, provistos de móviles que en aquella época no existian para la gente, todo un cúmulo de hechos y circunstancias sobre los que se echó tierra con el fin de crear la imagen de diseño de salvador de la democracia. Repetimos, unos medios de comunicación babosos y mentirosos que han engañado desde siempre al pueblo español, por ejemplo ocultando su intensa vida amorosa, iniciada con un accidente que acabó con la vida de una actriz llamada Sandra Mozarowsky, embarazada de cinco meses. Fué sometido incluso a un chantaje por parte de otra actriz y presentadora en el que intervino el mismo CNI, todo un culebrón que acaecía en nuestras mismas narices mientras los medios edulcoraban la vida familiar de la monarquía. Asuntos de estado, evidentemente, un estado que por su propia decisión nos integró en estructuras atlantistas como hemos visto, previas a las económicas como la UE, que nos han dejado como una colonia de pisos turísticos al servicio de la gente del norte, necesitada de relax después de saquear naciones del tercer mundo, colocar regímenes delegación del capital para una mejor extracción de recursos u organizar guerras con el mismo fin.
En realidad en todo ha seguido a su mentor y agente reinstaurador, Franco fué el que inició el proceso con los pactos de 1953 con Eisenhower, la guerra que provocó había dejado España hecha unos zorros y salvo la gente que se lo podía permitir con el estraperlo, el pueblo pasaba gazuza, hambre, dichos pactos permitieron la entrada de leche en polvo, turismo y divisas, todo ello permitió la creación de una clase media amortiguadora de tensiones sociales a costa de la pérdida de la soberanía nacional. Y en ello estamos, tuvo que abdicar por negocios, donaciones y asuntos turbios. Hoy su hijo, sólo debe ocuparse de mantener el cortijo en orden, una vez estabilizada España dentro del capitalismo globalista siendo pieza fundamental por su situación estratégica. El pueblo, ni está ni se le espera. Ha recibido tan severos correctivos que no tiene muchas ganas de fiesta, además para los dispuestos hay muchas oportunidades de promoción a través del multicapas administrativo que abarca desde el pueblo más pequeño hasta la gran Europa. Con el sistema electoral preciso, con un 25 ?adhesión todo está legitimado. A trancas y barrancas se puede ir marchando, siempre lanzando la pelota hacia delante, porque aquí nadie resuelve nada, el que venga ya verá como se las apaña. Puro R78, ténte mientras cobro. Y como dice la maldición china "ojalá vivas tiempos interesantes" en ellos entramos, un capitalismo colapsando y las pseudodemocracias enseñando su verdadero rostro, el de la guerra y rapiña. ¿Sobrevivirá el R78? Podría ser, con una juventud anestesiada y embrutecida por redes sociales, aquí se aguanta todo. Veremos.
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