
¿QUIÉN DIJO QUE EL SOCIALISMO FRACASÓ ?
Una reflexión necesaria de Marcelo Colussi
La Revolución Socialista de 1917, capitaneada por los bolcheviques, primera experiencia socialista del mundo, consiguió fabulosos logros -recuerda Marcelo Colussi- para la clase trabajadora que terminaron, que marcaron camino para todos los pueblos del planeta (...).
Por MARCELO COLUSSI.-
La Revolución Socialista de 1917, capitaneada por los bolcheviques, primera experiencia socialista del mundo, consiguió fabulosos logros para la clase trabajadora y el pueblo ruso y para todas las nacionalidades que terminaron conformando esa amplia confederación que era la Unión Soviética, logros que marcaron camino para todos los pueblos del planeta. El primer Estado obrero y campesino de la historia, proviniendo de una nación semifeudal manejada por una monarquía hereditaria despótica con casi nulo desarrollo industrial que mantenía a las grandes masas en una situación paupérrima, en pocos años obtuvo avances extraordinarios.
Así, entre las cosas más significativas, pueden mencionarse:
Salario mínimo y digno para toda la clase trabajadora
Descanso semanal remunerado
Vacaciones pagas
Licencia por maternidad
Transporte público de alta calidad subvencionado (el Metro de Moscú se considera una gran obra de arte)
Calefacción hogareña subvencionada
Vivienda digna asegurada para toda la población
Electrificación de todo el país y un enorme parque industrial
Granjas agrícolo-ganaderas comunitarias de muy alta productividad
Educación gratuita, laica y obligatoria para toda la población
Alfabetización del 100% de sus habitantes
Universidades e institutos de investigación del más alto prestigio a nivel mundial
Salud de alta calidad gratuita para toda la población
Completa erradicación de la desnutrición
Plena igualdad de derechos para hombres y mujeres
Voto femenino
Derecho de aborto (primer país del mundo en tenerlo)
Divorcio legalizado
Derogación de la normativa zarista que prohibía la homosexualidad
Avances científico-técnicos portentosos (primer satélite artificial de la historia, primer ser humano en el espacio, desarrollo de la energía nuclear civil, tecnologías metalúrgicas de avanzada, grandes logros en biotecnología, caucho sintético, telefonía móvil)
Poder popular real a través del desarrollo de democracia directa con implementación de los soviets (consejos obrero-campesinos y de soldados)
Fabuloso fomento del arte y la cultura (cine, teatro, música, literatura, ballet, arquitectura)
Derrota de la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial (avanzada militar azuzada por las potencias capitalistas de la época para destruir la Revolución).
Todo eso se logró sin conquistar ningún otro país del Tercer Mundo, sin robar recursos como han hecho, y siguen haciendo, las potencias capitalistas; no se hizo solo a base de vender petróleo ni gas ni apelando a créditos de los infames organismos financieros capitalistas: FMI y Banco Mundial. Se logró solo con el trabajo fecundo de rusas y rusos. En absoluto fueron necesarios esos engendros modernos -armas de control social, finalmente- como son las llamadas ONG’s, que inundan los países pobres poniendo remiendos -totalmente precarios, por cierto- allí donde deberían actuar los Estados nacionales.
Entonces, ¿fracasó el socialismo? ¿Por qué se nos quiere hacer creer eso? Es cierto que ese proyecto que representó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas cayó sin pena ni gloria siete décadas después de haber comenzado, casi sin ninguna movilización popular que intentara frenar la caída. Hacer un análisis pormenorizado de ese proceso es algo que excede con mucho las posibilidades de este simple opúsculo (y, seguramente, las capacidades de su autor). Pero puede indicarse algo: construir el socialismo en solitario, en un solo país rodeado de infernales ataques del entorno capitalista, no parece posible.
La crítica capitalista muestra la desintegración del primer Estado obrero-campesino como la evidencia de la inviabilidad del socialismo. De ahí el grito jubiloso cuando la caída del Muro de Berlín de «¡fin de la historia!», queriendo evidenciar que no puede haber nada más allá del sistema capitalista. Pero, ¿por qué no? Con todas las dificultades del caso, acosada, golpeada, invadida, la Unión Soviética logró metas espectaculares.
Es absolutamente cierto que luego de un primer momento de enormes esperanzas al inicio de la revolución (incluso Freud, que no era marxista, pero era muy inteligente, la miró con buenos ojos, porque según su criterio de un entorno social nuevo podría salir un sujeto nuevo, menos problemático que el que conocemos hoy), luego de esos decenios inaugurales, se instaló una burocracia que tomó el lugar de una nueva clase social. ¡Eso no es socialismo!, se puede gritar desde una posición de izquierda crítica. Sin dudas, hay mucha tela para cortar allí.
Ahora bien: ¿es posible esperar la construcción de un paraíso con la revolución socialista? La experiencia muestra en forma contundente que el Hombre Nuevo que pedía el Che Guevara quizá sea posible, pero luego de muchas generaciones criadas en la nueva ética socialista. La revolución no resuelve mágicamente cargas ideológico-culturales milenarias. ¿Cómo habría de hacerlo?
Si el socialismo fracasó -según relata la narrativa capitalista- ¿dónde está el triunfo del capitalismo? Que toda la población coma, tenga salud y educación viviendo con dignidad es un éxito fenomenal. Los pocos países socialistas que existieron o existen, lo logran, aunque no tengan ‘shoping centers’ abarrotados de mercaderías. Con todas sus dificultades, el socialismo sigue siendo una esperanza.
Por MARCELO COLUSSI.-
La Revolución Socialista de 1917, capitaneada por los bolcheviques, primera experiencia socialista del mundo, consiguió fabulosos logros para la clase trabajadora y el pueblo ruso y para todas las nacionalidades que terminaron conformando esa amplia confederación que era la Unión Soviética, logros que marcaron camino para todos los pueblos del planeta. El primer Estado obrero y campesino de la historia, proviniendo de una nación semifeudal manejada por una monarquía hereditaria despótica con casi nulo desarrollo industrial que mantenía a las grandes masas en una situación paupérrima, en pocos años obtuvo avances extraordinarios.
Así, entre las cosas más significativas, pueden mencionarse:
Salario mínimo y digno para toda la clase trabajadora
Descanso semanal remunerado
Vacaciones pagas
Licencia por maternidad
Transporte público de alta calidad subvencionado (el Metro de Moscú se considera una gran obra de arte)
Calefacción hogareña subvencionada
Vivienda digna asegurada para toda la población
Electrificación de todo el país y un enorme parque industrial
Granjas agrícolo-ganaderas comunitarias de muy alta productividad
Educación gratuita, laica y obligatoria para toda la población
Alfabetización del 100% de sus habitantes
Universidades e institutos de investigación del más alto prestigio a nivel mundial
Salud de alta calidad gratuita para toda la población
Completa erradicación de la desnutrición
Plena igualdad de derechos para hombres y mujeres
Voto femenino
Derecho de aborto (primer país del mundo en tenerlo)
Divorcio legalizado
Derogación de la normativa zarista que prohibía la homosexualidad
Avances científico-técnicos portentosos (primer satélite artificial de la historia, primer ser humano en el espacio, desarrollo de la energía nuclear civil, tecnologías metalúrgicas de avanzada, grandes logros en biotecnología, caucho sintético, telefonía móvil)
Poder popular real a través del desarrollo de democracia directa con implementación de los soviets (consejos obrero-campesinos y de soldados)
Fabuloso fomento del arte y la cultura (cine, teatro, música, literatura, ballet, arquitectura)
Derrota de la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial (avanzada militar azuzada por las potencias capitalistas de la época para destruir la Revolución).
Todo eso se logró sin conquistar ningún otro país del Tercer Mundo, sin robar recursos como han hecho, y siguen haciendo, las potencias capitalistas; no se hizo solo a base de vender petróleo ni gas ni apelando a créditos de los infames organismos financieros capitalistas: FMI y Banco Mundial. Se logró solo con el trabajo fecundo de rusas y rusos. En absoluto fueron necesarios esos engendros modernos -armas de control social, finalmente- como son las llamadas ONG’s, que inundan los países pobres poniendo remiendos -totalmente precarios, por cierto- allí donde deberían actuar los Estados nacionales.
Entonces, ¿fracasó el socialismo? ¿Por qué se nos quiere hacer creer eso? Es cierto que ese proyecto que representó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas cayó sin pena ni gloria siete décadas después de haber comenzado, casi sin ninguna movilización popular que intentara frenar la caída. Hacer un análisis pormenorizado de ese proceso es algo que excede con mucho las posibilidades de este simple opúsculo (y, seguramente, las capacidades de su autor). Pero puede indicarse algo: construir el socialismo en solitario, en un solo país rodeado de infernales ataques del entorno capitalista, no parece posible.
La crítica capitalista muestra la desintegración del primer Estado obrero-campesino como la evidencia de la inviabilidad del socialismo. De ahí el grito jubiloso cuando la caída del Muro de Berlín de «¡fin de la historia!», queriendo evidenciar que no puede haber nada más allá del sistema capitalista. Pero, ¿por qué no? Con todas las dificultades del caso, acosada, golpeada, invadida, la Unión Soviética logró metas espectaculares.
Es absolutamente cierto que luego de un primer momento de enormes esperanzas al inicio de la revolución (incluso Freud, que no era marxista, pero era muy inteligente, la miró con buenos ojos, porque según su criterio de un entorno social nuevo podría salir un sujeto nuevo, menos problemático que el que conocemos hoy), luego de esos decenios inaugurales, se instaló una burocracia que tomó el lugar de una nueva clase social. ¡Eso no es socialismo!, se puede gritar desde una posición de izquierda crítica. Sin dudas, hay mucha tela para cortar allí.
Ahora bien: ¿es posible esperar la construcción de un paraíso con la revolución socialista? La experiencia muestra en forma contundente que el Hombre Nuevo que pedía el Che Guevara quizá sea posible, pero luego de muchas generaciones criadas en la nueva ética socialista. La revolución no resuelve mágicamente cargas ideológico-culturales milenarias. ¿Cómo habría de hacerlo?
Si el socialismo fracasó -según relata la narrativa capitalista- ¿dónde está el triunfo del capitalismo? Que toda la población coma, tenga salud y educación viviendo con dignidad es un éxito fenomenal. Los pocos países socialistas que existieron o existen, lo logran, aunque no tengan ‘shoping centers’ abarrotados de mercaderías. Con todas sus dificultades, el socialismo sigue siendo una esperanza.
Luis Aldamiz (Maju) | Domingo, 11 de Diciembre de 2022 a las 15:11:13 horas
Creo que es muy buen artículo en general, a pesar de ser quizá demasiado breve, y lo voy a compartir en redes.
Dicho esto, creo que habría muchas más críticas que hacer, empezando por el viejo Marx y su fallo de ser verdaderamente científico (rechazó la segunda ley de la termodínamica y la teoría de la evolución porque no le cuadraban en sus esquemas, en última instancia aún viciados de cierto "socialismo utópico" que erosionaba su rigor, acabó concediendo al valor de cambio burgués en vez de buscar otra fórmula de entender la ciencia que subyace a la economía, etc.)
Y siguiendo por Lenin y compañía que mintieron con eso de "todo el poder para los soviets". No sé si era posible pero sí que era necesario, sobre todo a largo plazo, para realmente construir un socialismo estable y una auténtica "dictadura del proletariado", que no puede sino ser una democracia radical y total en última instancia (y no una dictadura de cuatro listos, que es más bien neoplatonismo de izquierdas).
Finalmente un matiz muy importante Rusia y la URSS heredaron un imperio colonial inmenso: toda Siberia y parte de Europa (todas esas repúblicas autónomas y territorios son colonias, mientras que la Siberia habitada mayormente por rusos étnicos se compara demasiado bien con el "West" estadounidense, aunque sea "East"). Los casos de Rusia y China no son generalmente extrapolables a otras realidades, a no ser que sean EE.UU., Brasil o India, precisamente porque son históricamente imperios, con todo lo que ello conlleva, y en general por su inmensísimo tamaño. En este sentido me parece muchísimo más relevante para otras realidades más normalitas estudiar el socialismo de modelo bolchevique en Cuba, Vietnam, etc.
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