CUANDO LA MISOGINIA TIENE UN HALO DE "SANTIDAD ECLESIÁSTICA"
¿Qué cosa es la que subyace bajo los "calentones" de algunos curas tridentinos?
Al cura Francisco Gómez se le fue el boquinazo y expresó lo que el cuerpo siempre le había estado pidiendo. El hombre se atrevió a escribir en Twitter que las feministas eran una "panda de cerdas" y que las mujeres violadas lo que realmente hacían era "forzar la conciencia de los hombres". Ni que decir tiene, que se armó la marimorena, al igual que cuando al Obispo de Tenerife se le ocurrió argumentar en relación con la pederastia eclesiástica que lo que pasaba era que "los niños no hacían otra cosa que provocar" la lascivia de los curas pederastas.
POR CAIFÁS, EL HIJO DE ANÁS, PARA CANARIAS SEMANAL
Francisco Rafael Gómez-Canoura es nada menos que el párroco supercarca de Zas, una minúscula localidad coruñesa. En base al alto rango que ostenta en el escalafón de la Iglesia gallega, Gómez-Canoura se permitió, el pasado 12 de diciembre, aplicar el duro epíteto teologal de "cerdas" a las feministas en general, y también a aquellas mujeres violadas que pecaminosamente "fuerzan la conciencia de los hombres" .
Probablemente, si esto hubiera ocurrido hace 20 ó 30 años don Francisco Rafael podría haber utilizado esos mismos calificativos desde el púlpito en una misa dominical sin queninguno de sus parroquianos se hubiera atrevido a decirle ni "mu". Ya se sabe que en Galicia, durante mucho tiempo, la Iglesia llegó a conservar hasta el feudal derecho de pernada. Pero en pleno siglo XXI ese tipo de insultos "cantan" que es una barbaridad, y ya no cuelan.
Precisamente por ello, el "mensaje pastoral" del cura troglodita corrió como la pólvora a través de todo Twitter, incendiando la red de irritados comentarios acerca de la naturaleza tridentina y cabrona del sacerdote gallego.
Pudiera uno alcanzar a pensar que la envenenada misoginia que destila el cura posiblemente enmascare subrepticiamente algún otro tipo de íntimos problemas psicológicos, cuyo diagnóstico y tratamiento debería abordar el personal sanitario gallego que corresponda.
Hasta ahora, muy poca gente conocía la existencia del municipio gallego de Zas, que tan sólo cuenta con alrededor de 4.500 vecinos. Pero ahora, debido a la rápida popularización del nombre del pueblo, podría suceder que si los feligreses de la parroquia de don Francisco son de su misma "cuerda" ideológica, a lo peor, incluso, hasta le terminan haciendo un homenaje en desagravio al sacerdote por los duros mensajes de contestación que ha recibido en la red social donde él mismo osó verter toda su vomitadura de mierda.
![[Img #60567]](http://canarias-semanal.org/upload/images/12_2019/4775_cura2.jpg)
No obstante, parece que alguien adscrito a la alta jerarquía eclesiástica gallega se debió de apurar en "apretarle las clavijas" a don Francisco por su proverbial "imprudencia". De ahí que el hombre, inquieto por el cabreo de sus superiores, intentara a última hora rectificar con un contraTwitter, alegando que había dicho digo donde solo dijo Diego, y que todo había sido producto de una soberana calentura suya.
Pero para su propia desgracia, al cura no le dio tiempo a desandar lo andado, y el mensaje se multiplicó en la red por miles, como si de champiñones se tratara. Y por si fuera poco, el párroco lo hizo con tan poca gracia y convicción que en las redes sociales lo han mandado, simplemente, "a tomar por culo" (sic)
POR CAIFÁS, EL HIJO DE ANÁS, PARA CANARIAS SEMANAL
Francisco Rafael Gómez-Canoura es nada menos que el párroco supercarca de Zas, una minúscula localidad coruñesa. En base al alto rango que ostenta en el escalafón de la Iglesia gallega, Gómez-Canoura se permitió, el pasado 12 de diciembre, aplicar el duro epíteto teologal de "cerdas" a las feministas en general, y también a aquellas mujeres violadas que pecaminosamente "fuerzan la conciencia de los hombres" .
Probablemente, si esto hubiera ocurrido hace 20 ó 30 años don Francisco Rafael podría haber utilizado esos mismos calificativos desde el púlpito en una misa dominical sin queninguno de sus parroquianos se hubiera atrevido a decirle ni "mu". Ya se sabe que en Galicia, durante mucho tiempo, la Iglesia llegó a conservar hasta el feudal derecho de pernada. Pero en pleno siglo XXI ese tipo de insultos "cantan" que es una barbaridad, y ya no cuelan.
Precisamente por ello, el "mensaje pastoral" del cura troglodita corrió como la pólvora a través de todo Twitter, incendiando la red de irritados comentarios acerca de la naturaleza tridentina y cabrona del sacerdote gallego.
Pudiera uno alcanzar a pensar que la envenenada misoginia que destila el cura posiblemente enmascare subrepticiamente algún otro tipo de íntimos problemas psicológicos, cuyo diagnóstico y tratamiento debería abordar el personal sanitario gallego que corresponda.
Hasta ahora, muy poca gente conocía la existencia del municipio gallego de Zas, que tan sólo cuenta con alrededor de 4.500 vecinos. Pero ahora, debido a la rápida popularización del nombre del pueblo, podría suceder que si los feligreses de la parroquia de don Francisco son de su misma "cuerda" ideológica, a lo peor, incluso, hasta le terminan haciendo un homenaje en desagravio al sacerdote por los duros mensajes de contestación que ha recibido en la red social donde él mismo osó verter toda su vomitadura de mierda.
No obstante, parece que alguien adscrito a la alta jerarquía eclesiástica gallega se debió de apurar en "apretarle las clavijas" a don Francisco por su proverbial "imprudencia". De ahí que el hombre, inquieto por el cabreo de sus superiores, intentara a última hora rectificar con un contraTwitter, alegando que había dicho digo donde solo dijo Diego, y que todo había sido producto de una soberana calentura suya.
Pero para su propia desgracia, al cura no le dio tiempo a desandar lo andado, y el mensaje se multiplicó en la red por miles, como si de champiñones se tratara. Y por si fuera poco, el párroco lo hizo con tan poca gracia y convicción que en las redes sociales lo han mandado, simplemente, "a tomar por culo" (sic)
Gloria | Jueves, 19 de Diciembre de 2019 a las 11:29:50 horas
A este cura le pican mucho los ajos que come. Normal, pertenece a una institución que es y ha sido por siglos la viva encarnación de la misoginia, justificadora de violaciones, maltratos y humillaciones a las mujeres y abusos a los menores. Fíjense que en la disculpa dice "Perdón a los que se hayan sentido ofendidos". Lo dice el masculino, no por la cosa del genérico, sino porque no se rebaja a pedir perdón a las mujeres y menos a las feministas, que, si pudiera, pondría en una pira como hacían sus antepasados.
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