POR PRIMERA VEZ, "RETRATO EN FAMILIA" DE LOS INTELECTUALES ORGÁNICOS DEL "RÉGIMEN DEL 78"

   POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL

     Recreénse los lectores con la visualización de esta  foto. Den rienda suelta a la parte más masoca  que se esconde en las entretelas de sus placeres ocultos. Aprovéchense, aunque sea tan sólo por una vez,  del  acto sublime que supone esta  elocuente instantánea fotográfica que logró reunir a lo más florido del carquerío hispánico.

   En este flash fotográfico los pueden  encontrar a todos. O, para ser más precisos, a casi todos.  Una parte de los concurrentes traspasaron los márgenes de la foto, y las cámaras se vieron imposibilitadas de recoger al variopinto conjunto. Entre los que no podrá encontrar aquí, se encuentran  el atormentado Arcadi Espada, el omnisapiente Vargas Llosa,  el cinematográficamente extinto José Luis Garci, el ridículo  payasete Albert Boadella,  el pederasta Sánchez Dragó, a los que se agregan también Carmen Iglesias, Francesc de Carreras, Jon Juaristi... Y otros muchos.

    En realidad, se trataba de eso tan curioso que hoy  en política suelen denominar como una "foto de familia". Según tengo entendido, no resultó nada difícil  congregarlos a todos . Y es que, ya se sabe, el establishment y la Iglesia se esmera en criarlos, y ellos solitos terminan juntándose.

     En la parte superior de la fotografía,  el lector podrá localizar  a uno de los personajes  más representativos de esta concurrida troupé: José María Fidalgo. Los más jóvenes, incluso ya habrán olvidado su nombre, si alguna vez  llegaron a conocerlo. Se trata de un inefable traidorzuelo al que un día - se desconoce a cuenta de qué méritos -  lo pusieron a desempeñar el papel de Secretario General de CCOO.  Un personaje que, en comandita con otros, tan traidorzuelos como él mismo, fueron capaces de  acabar con la trayectoria de lucha de un viejo sindicato de clase y combate, con el que no había podido ni siquiera la propia dictadura. Como didáctica lección para la gente honesta, está inmundicia  ideológica acabó en las filas del Partido Popular, participando en sus campañas electorales e impartiendo cursos de adiestramiento, destinados  a que los jóvenes cachorros de la Fundación FAES, que hoy tan sabiamente dirige don José María Aznar, aprendieran las técnicas apropiadas para derrotar a los asalariados.

   Como ya advertía antes, se trata, pues, de una "foto de familia", en la que aparecen reunidos hermanos, primos, cuñados, tíos, y toda la extensa parentela que durante décadas ha venido  jugando el papel de adiestrada partera  del Sistema Monárquico parido desde las entrañas  mismas del franquismo . Ellos, y otros muchos que no aparecen en la foto,  fueron algunos de los que  se encargaron de  ir urdiendo  los mimbres que, por su estrecha cortedad intelectual, fueron incapaces de trenzar el Caudillo y los suyos. Parece oportuno recordar que no fue esta una tarea vocacional. Tuvo un precio. Desgraciadamente no podemos hablar de cuantificaciones. Pero es  bien sabido que estos servicios se  suelen cobrar en especie.

     En el memorable cónclave se encontraba también Joaquín Leguina, el ex presidente de la Comunidad de Madrid, destacado  "socialista histórico" de un partido que careció de historia durante las cuatro décadas que duró la dictadura.  Hoy, viejo gordo y carente de la más mínima vergüenza,  se conforma con deambular rutilante por las televisiones y radios de la extrema derecha celtibérica, arrastrando tras sí todas sus malolientes miserias. Cosas, quizás, de su propia genética política.

    En el "flash" aparece también don Federico Jiménez Losantos, que en  inédita coyunda se presenta apostado en la larga sombra del máximo  comisionado de la caspa mediática  de este país, don Carlos Herrera, el "locutor estrella"  y cruzado  aguerrido de la COPE, la emisora que administra el catolicismo tridentino.

    A este evento reivindicativo tampoco podía faltar Francisco Vázquez, socialdemócrata felipista convencido, meapilas, ex alcalde de La Coruña, ex senador, ex presidente de la Federación de municipios españoles, ex embajador en el Vaticano, ilustre Caballero de la Orden del Imperio británico… O sea, una suerte de mágica combinación entre el agua bendita y el Botafumeiro.  

       Y a todas estas, por cierto, ¿a qué dramática urgencia obedecía la convocatoria  de tan egregios personajes? Según lo que ellos mismos rubricaron en un manifiesto reivindicativo,  la coyunda  obedecia nada menos a que

     "Nos gustaría que el acuerdo al que se llegara para formar gobierno excluyera a partidos populistas y nacionalistas, y, en cambio, se apoye en aquellas formaciones políticas que ocupan el amplio centro del tablero político que, en definitiva, es el que agrupa a una sobrada mayoría absoluta de votos y escaños. Sólo este acuerdo entre partidos centrales va a permitir el desarrollo durante cuatro años de una acción de gobierno, sólida y coherente, que contribuya a la concordia entre españoles evitando que el surco entre nosotros se agrande".