
" Sobre la charla, nada que no se supiera; una colección de tópicos de ideología dominante"
POSTUREO PARA RICOS EN MÁLAGA: 2.000 EUROS POR ASISTIR A UNA CHARLA DE OBAMA
La condición suficiente para pagar 2000 euros por una conferencia es tener dinero de sobra para gastarlo en fruslerías. La condición necesaria es no trabajar, y que otros lo hagan por ti (...).
Por ROBERTO GUIJARRO.-
La condición suficiente para pagar 2000 euros por una conferencia es tener dinero de sobra para gastarlo en fruslerías. La condición necesaria es no trabajar, y que otros lo hagan por ti. Este era el público objetivo de la charla de Obama en Málaga, en el marco del Digital Enterprise Show (DES), conformado por empresarios de grandes compañías tecnológicas.
Sin embargo, no solo hay que ser empresario y gastar buena billetera, también se requiere la cabeza carcomida por una percepción que construye la identidad personal en la apariencia, necesitada del reconocimiento social más huero. Una autoimagen proyectada, tanto más preciada si es adlátere de mercancías fetiche como paisajes, comidas, ropa, sitios de moda, actividades de aventura… o por la cercanía a líderes mundiales. Es el mecanismo psicológico del selfie, popularizado en nuestra sociedad.
Pero el Digital Enterprise Show fue más ambicioso. Quería ganar mucho dinero y eso sólo podía hacerse con un producto “exclusivo”, que escapara a esa “democratización del consumo” que se produce en otras esferas del mercado. Las latas de sopa Campbell de Andy Warhol no satisfacen los deseos de los empresarios del DES. Hay mercancías a precio de saldo que cualquiera puede consumir y posar con ellas. Se trataba de acceder a una esfera de consumo alejado de la masa.
Entonces se reunió la dirección del festival y decidieron vender “A conversation with President Barck Obama”. No era tal coloquio porque no había posibilidad de preguntas ni diálogo. Sin embargo, la conferencia sería singular, única, irrepetible, excepcional. Una mercancía-espectáculo que, al ser consumida por oídos y vista, distinguiría al comprador del resto de mortales que no pueden pagar 2000 euros por una hora escuchando a cualquier estrafalario gurú. Y es que la entrada comprometía al cliente a no realizar ninguna grabación. No se podía hacer el típico vídeo de Instagram con Obama de fondo hablando.
Se trataba de vender “algo más”, una mercancía que, consumida y sin vestigio alguno, otorgase una experiencia “única” al comprador. Ese vacío en el registro digital haría posible que los empresarios asistentes tuvieran una experiencia singular, inefable e intransmisible a los demás. Decir que has estado en una conferencia de Obama es, para cierto tipo de personas muy repelentes, algo que las sitúa en un plano que levita sobre la cotidianidad del común de los mortales. Debía oler fuerte con tanto cretino junto.
Sobre la charla, nada que no se supiera; una colección de tópicos de ideología dominante: la defensa del capitalismo inclusivo, el medio ambiente, la revolución del smartphone, las cualidades del buen líder… bagatelas a precio de oro para tontos. Cuentan que por allí andaban Pedro Sánchez y Juanma Moreno. Sobre los honorarios del expresidente, dicen que seguramente cobre medio millón de euros y que estaba muy contento por Málaga. Desde luego, vivir a costa de los demás sienta bien… si eres un auténtico caradura.
De nuevo-rumbo.es
Por ROBERTO GUIJARRO.-
La condición suficiente para pagar 2000 euros por una conferencia es tener dinero de sobra para gastarlo en fruslerías. La condición necesaria es no trabajar, y que otros lo hagan por ti. Este era el público objetivo de la charla de Obama en Málaga, en el marco del Digital Enterprise Show (DES), conformado por empresarios de grandes compañías tecnológicas.
Sin embargo, no solo hay que ser empresario y gastar buena billetera, también se requiere la cabeza carcomida por una percepción que construye la identidad personal en la apariencia, necesitada del reconocimiento social más huero. Una autoimagen proyectada, tanto más preciada si es adlátere de mercancías fetiche como paisajes, comidas, ropa, sitios de moda, actividades de aventura… o por la cercanía a líderes mundiales. Es el mecanismo psicológico del selfie, popularizado en nuestra sociedad.
Pero el Digital Enterprise Show fue más ambicioso. Quería ganar mucho dinero y eso sólo podía hacerse con un producto “exclusivo”, que escapara a esa “democratización del consumo” que se produce en otras esferas del mercado. Las latas de sopa Campbell de Andy Warhol no satisfacen los deseos de los empresarios del DES. Hay mercancías a precio de saldo que cualquiera puede consumir y posar con ellas. Se trataba de acceder a una esfera de consumo alejado de la masa.
Entonces se reunió la dirección del festival y decidieron vender “A conversation with President Barck Obama”. No era tal coloquio porque no había posibilidad de preguntas ni diálogo. Sin embargo, la conferencia sería singular, única, irrepetible, excepcional. Una mercancía-espectáculo que, al ser consumida por oídos y vista, distinguiría al comprador del resto de mortales que no pueden pagar 2000 euros por una hora escuchando a cualquier estrafalario gurú. Y es que la entrada comprometía al cliente a no realizar ninguna grabación. No se podía hacer el típico vídeo de Instagram con Obama de fondo hablando.
Se trataba de vender “algo más”, una mercancía que, consumida y sin vestigio alguno, otorgase una experiencia “única” al comprador. Ese vacío en el registro digital haría posible que los empresarios asistentes tuvieran una experiencia singular, inefable e intransmisible a los demás. Decir que has estado en una conferencia de Obama es, para cierto tipo de personas muy repelentes, algo que las sitúa en un plano que levita sobre la cotidianidad del común de los mortales. Debía oler fuerte con tanto cretino junto.
Sobre la charla, nada que no se supiera; una colección de tópicos de ideología dominante: la defensa del capitalismo inclusivo, el medio ambiente, la revolución del smartphone, las cualidades del buen líder… bagatelas a precio de oro para tontos. Cuentan que por allí andaban Pedro Sánchez y Juanma Moreno. Sobre los honorarios del expresidente, dicen que seguramente cobre medio millón de euros y que estaba muy contento por Málaga. Desde luego, vivir a costa de los demás sienta bien… si eres un auténtico caradura.
De nuevo-rumbo.es
Alejandro El No-magno | Viernes, 02 de Septiembre de 2022 a las 20:34:01 horas
No.
No fue "un postureo para ricos".
Dejémosnos de florituras en éstos tiempos de cólera galopante cuándo para sobre-vivir y vivir-sobre un Dasein heideggeriano de este mundo torvo y al revés en que nos ha tocado existir, tenemos que transformar las hermenéuticas y vocabularios para no ir al grano, un grano que, sin paja ya, tiene que ser convertido en un pan del que todos, revolucionariamenete, comamos, que todos entendamos para que nos pueda proporcionar la conciencia exácta de lo que realmente está pasando.
Y lo que pasó en la conferencia de "A CONVERSATION WITH BARACK OBAMA", a dos mil euros por barba, es que, a costa de un-criminal-de-guerra-y-paz, Premio Nobel de la Paz, para más inri inriero, montaron un aquelarre de 26. 171 bombas lanzada en un año sobre hombres, mujeres, ancianos y niños, que salpicaron de sangre y dolor a ese "postureo para ricos".
AD HUMANITATEM
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