
¿TIENE FECHA DE CADUCIDAD LA MONARQUÍA?
Crisis en la institución monárquica
El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero España sería -escribe Germán Gorraiz - una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior (...).
Por GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), España sería una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior pactaron una agenda para preparar al Estado español para su anhelada entrada en Europa así como garantizar la democracia y el progreso generalizado, todo ello bajo la supervisión del rey Juan Carlos I como valedor de la balbuciente democracia.
Sin embargo, en realidad el Estado español sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1.981, en el que los líderes políticos confinados en el Congreso fueron “invitados” a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el status quo asociado al sistema monárquico (Juancarlismo) , al sistema político bipartidista ( implantación de las listas cerradas y de la Ley D´Hont) y a la defensa de la “unidad indisoluble de la nación española”.
El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español que serían los herederos naturales del legado del General Franco y que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet) y que veló para mantener impoluta la honorabilidad del Rey.
Para ello, se sirvió de la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas (PRISA, Vocento, Grupo Planeta, Grupo Godó, Grupo Zeta, Editorial Prensa Ibérica, Unidad Editorial, TVE y Mediaset España). Dicha teoría fue formulada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro “La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social” (1977) y simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que instaura la censura a través de una deliberada y sofocante acumulación de mensajes de un solo signo”, con lo que se produciría un proceso en espiral o bucle de retroalimentación positiva (Juan Carlos I es un Rey campechano).
Para ello se utilizó una práctica periodística peligrosamente mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad en los artículos de opinión así como por el finiquito del código deontológico periodístico que tuvo su plasmación en la implementación de la autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea editorial de su medio de comunicación para lograr un encefalograma plano en la conciencia crítica de la sociedad española. En consecuencia, el periodismo se transmutó en mera correa de transmisión de los postulados del establishment o sistema dominante,(fruto del endemismo atávico de la servidumbre a los poderes fácticos del status quo), deriva extrapolable a todos los ámbitos de comunicación interactiva del Estado español, (incluidas las redes sociales Facebook, Whatsapp y Twitter) y cuyo penúltimo episodio sería la campaña mediática de la mass media del establishment para “salvar al soldado Felipe”.
Sin embargo, la pandemia sanitaria, la crisis económica,la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y el descrédito de la institución Monárquica harán revisar tales esquemas, (incluida la tesis de la supuesta reconciliación nacional propagada por la “mass media” de la época de la Transición), por lo que se antoja inevitable un proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva en el Estado español.
Por GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), España sería una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior pactaron una agenda para preparar al Estado español para su anhelada entrada en Europa así como garantizar la democracia y el progreso generalizado, todo ello bajo la supervisión del rey Juan Carlos I como valedor de la balbuciente democracia.
Sin embargo, en realidad el Estado español sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1.981, en el que los líderes políticos confinados en el Congreso fueron “invitados” a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el status quo asociado al sistema monárquico (Juancarlismo) , al sistema político bipartidista ( implantación de las listas cerradas y de la Ley D´Hont) y a la defensa de la “unidad indisoluble de la nación española”.
El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español que serían los herederos naturales del legado del General Franco y que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet) y que veló para mantener impoluta la honorabilidad del Rey.
Para ello, se sirvió de la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas (PRISA, Vocento, Grupo Planeta, Grupo Godó, Grupo Zeta, Editorial Prensa Ibérica, Unidad Editorial, TVE y Mediaset España). Dicha teoría fue formulada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en su libro “La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social” (1977) y simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que instaura la censura a través de una deliberada y sofocante acumulación de mensajes de un solo signo”, con lo que se produciría un proceso en espiral o bucle de retroalimentación positiva (Juan Carlos I es un Rey campechano).
Para ello se utilizó una práctica periodística peligrosamente mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad en los artículos de opinión así como por el finiquito del código deontológico periodístico que tuvo su plasmación en la implementación de la autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea editorial de su medio de comunicación para lograr un encefalograma plano en la conciencia crítica de la sociedad española. En consecuencia, el periodismo se transmutó en mera correa de transmisión de los postulados del establishment o sistema dominante,(fruto del endemismo atávico de la servidumbre a los poderes fácticos del status quo), deriva extrapolable a todos los ámbitos de comunicación interactiva del Estado español, (incluidas las redes sociales Facebook, Whatsapp y Twitter) y cuyo penúltimo episodio sería la campaña mediática de la mass media del establishment para “salvar al soldado Felipe”.
Sin embargo, la pandemia sanitaria, la crisis económica,la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y el descrédito de la institución Monárquica harán revisar tales esquemas, (incluida la tesis de la supuesta reconciliación nacional propagada por la “mass media” de la época de la Transición), por lo que se antoja inevitable un proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva en el Estado español.
maribel santana | Viernes, 24 de Julio de 2020 a las 18:30:17 horas
Pues a saber lo que les queda porque menos los catalanes que les abuchean y montan espolio cuando van a su nación, los demás no se mueven.
Son las masas populares y trabajadoras las que tienen que salir y poner el grito en el cielo, pero que queja se ve?? , estarán hasta las narices, pero mas porque en realidad no sé que parte del poder está ahora interesado en esto, ya ven la mierda que se le echa al putero viejo a través de los medios. Esto no lo está moviendo los de abajo sino los de arriba.
Bien porque ya no le interesa la monarquía, pues el IBEX35 con monarquía o con república burguesa como todas las que hay en el mundo mundial van a hacer lo mismo. Bien porque lo que quieren es salvar la institución y a la metástasis le quieren cortar el cáncer, o sea una parte para que cambien algo. Creamos un cerco alrededor del putero, lo pudrimos y lo desmantelamos. Pero la isntitucion se queda en representación de Felipe que es bueno, no es putero ni borracho etc, como si esto fuera lo determinante coño.
Las masas se cabrean porque la televisión está recreando la imagen del viejo putero explotador y ladrón, dando bombo y platillo para crear un clima de cabreo pero porque ahora le interesa a los ricos y luego llevarlo donde éstos quieren. esa es la que tenemos.
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