El dinero parece ser el gran “padrino” de las protestas opositoras al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. No solo por los costosos medios que utilizan los manifestantes -impropios de quienes pasan hambre y penurias (...).
Varios integrantes de una guarimba lanzando excrementos a la policía venezolana. El precio del casco y la máscara antilacrimógena de uno solo de ellos, supera el salario mínimo integral venezolano
Por FERMÍN DOMÍNGUEZ/CANARIAS SEMANAL.ORG
El dinero parece ser el gran “Padrino” de las protestas opositoras al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Los costosos medios y la indumentaria que utilizan los manifestantes son impropios de quienes supuestamente están pasando hambre y penurias. El "guarimbero medio" suele llevar ropa y zapatos de marca, un rosario al cuello, lentes de sol, una gorra con los colores de la bandera del país, un casco, en algunos casos una cámara de alta definición para grabar las imágenes que después se hacen circular por el mundo y una máscara antigás.
Solamente la fotografía de la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, con el presidente de EEUU Donald Trump, costó la friolera de 3 millones y medio de dólares.
Pero, además de todo ello, llama poderosamente la atención que los “desesperados” manifestantes que, según los medios occidentales "no tienen nada de nada", puedan sostener un mes de protestas con tanta energía y dedicación diaria.
De no ser por el flujo de financión que reciben para este fin, cómo entendr que las nuevos planes de los guarimberos pasen por “sabotear los servicios de agua, electricidad, gas, transporte y evitar la entrada de camiones con alimentos y combustible en ciudades importantes y quemar a los mismos", tal y como dio a conocer el periodista y analista político venezolano José Vicente Rangel en su programa Los Confidenciales.
Rangel aseguró que estas acciones forman parte de “acuerdos pautados por los dirigentes de la oposición con terroristas” que se encargarían de llevarlas a cabo.
"Por ejemplo- precisó el destacado periodista- el plan consiste en colocar infiltrados en servicios básicos de electricidad y abasto de agua (Corpoelec y Hidrocapital respectivamente) para provocar apagones y fallas en los suministros”.
Según el periodista, los “organismos de seguridad e inteligencia se mantienen muy alerta para revertir en victorias los hechos que en esa materia están ocurriendo”.
Estas acciones -concluyó Rangel- "se centrarían en los estados Lara, Táchira, Zulia Carabobo y el Distrito Capital”.
Los trabajadores del Reino de España conocen perfectamente cuáles son sus pérdidas por asistir a una huelga. En primer lugar, dejan de percibir el salario por cada día de paro, y en el peor de los casos pueden llegar a perder su puesto de trabajo.
Resulta evidente que los huelguistas y guarimberos venezolanos no deben enfrentarse a este tipo de problemas.