
Un equipo de científicos, algunos de ellos provenientes de la Universidad Politécnica de Madrid, ha podido reconocer automáticamente el sexo, la edad y otras características de cada uno de los perros que participaron en un experimento. Gracias a los métodos estadísticos-computacionales de patrones aplicados a 800 ladridos se pudieron descubrir estos datos correspondientes a cada uno de los perros en función de las señales acústicas emitidas por sus ladridos.
La investigación del comportamiento canino demuestra que el sexo, la edad y el contexto en el que se encuentra el perro, así como el reconocimiento individual del mismo pueden efectuarse con un alto porcentaje de acierto por medio de métodos estadístico-computacionales de reconocimiento de patrones aplicados a sus ladridos. El trabajo logró interpretar las señales acústicas obtenidas a partir de los ladridos de los perros, que habían sido sometidos a diferentes situaciones.
A lo largo de la última década, la comunicación canina ha constituido un objetivo de investigación en etología . En su mayoría los trabajos al respecto, se han centrado en estudiar cómo los perros son capaces de entender diferentes formas de comunicación humana, por ejemplo a través de la visualización de gestos y el reconocimiento de la voz humana.
DESCRIPCIÓN Y RESULTADOS DE LA EXPERIENCIA CIENTÍFICA
Los experimentos a los que nos referimos tuvieron lugar en Budapest. En el participaron ocho ejemplares, tres machos y cinco hembras , de la raza Mudi, originaria de Hungría, y que es utilizada como perro pastor. De cada uno de los ocho perros se registraron 100 ladridos.Gracias a los distintos modelos computacionales se pudo reconocer correctamente el sexo del perro en el 85,13% de las veces
El total de 800 ladridos se obtuvieron después de situar al animal en siete situaciones distintas, tales como recibiendo su ración de comida, jugando con un balón, preparándose para salir de casa con el dueño, así como otras muchas secuencias.
Usando los distintos modelos computacionales obtenidos de los datos del experimento, se pudo reconocer correctamente el sexo del perro en el 85,13% de las veces, mientras que la edad del mismo (recodificada como joven, adulto y viejo) se clasificó sin fallos en el 80,25% de las ocasiones.
En la tarea de identificar la situación en la que se encontraba el animal se realizó con éxito en el 55,50% de las veces, mientras que el reconocimiento (de entre los 8 que participaron en el estudio) del ejemplar Mudi que se encontraba ladrando se hizo correctamente en el 67,63% de las ocasiones.
El experimento pone de manifiesto la riqueza y la relevancia biológica de la información contenida en los ladridos de los perros, y abre nuevas posibilidades en la investigación aplicada. Ejemplo de ello es la evaluación del comportamiento canino que es de gran importancia para distintas organizaciones, para las cuales el desarrollo de software con el que identificar el miedo, la angustia y el nivel de agresividad de un perro puede ser de gran ayuda.